Durante décadas, Argentina se ha visto envuelta en leyendas sobre su papel como refugio de nazis después de la Segunda Guerra Mundial. Ahora, se suma a esta lista la historia de Friedrich Kadgien, un oficial de las SS acusado de apropiarse de un valioso cuadro robado a un galerista judío en los Países Bajos en 1943.
Kadgien, conocido como el «mago de las finanzas de Hitler» o «La Serpiente» por su papel como saqueador de bienes judíos, huyó a Sudamérica después de la guerra y se estableció en Mar del Plata, Argentina, donde murió en 1978. Allí, en su casa de barrio residencial, colgó en su sala de estar el «Retrato de una dama», una obra maestra del artista italiano Giuseppe Ghislandi (1655-1743), también conocido como «Fra Galgario».
El Rastro Oculto del Cuadro Robado
La pista del cuadro se había perdido durante ocho décadas, hasta que un anuncio inmobiliario en línea reveló su presencia en la casa de los Kadgien. Este hallazgo casual desencadenó una investigación que involucró a la Interpol y a las autoridades argentinas.
Cuando la Policía Federal allanó la propiedad, el cuadro ya no estaba allí. Sin embargo, se incautaron una carabina y un revólver calibre 32, evidencia de que los descendientes de Kadgien intentaron ocultar el rastro de la obra robada.
El Papel de Kadgien como Saqueador Nazi
Kadgien, un oficial cercano a Hermann Göring, el creador de la Gestapo y estrecho colaborador de Hitler, huyó a Sudamérica a través de la ruta habitual de los nazis fugitivos: Suiza, Brasil y finalmente Argentina, donde se estableció en 1951.
A diferencia de otros criminales nazis, Kadgien no cambió su apellido y obtuvo la ciudadanía argentina, montando una empresa dedicada a la compra y venta de mercancías. Investigaciones revelan que también actuó como intermediario para empresas alemanas como Siemens y Rheinmetall, incluyendo operaciones de venta de armas a Brasil.
El Cuadro Recuperado y su Valor
Finalmente, los descendientes de Kadgien entregaron el cuadro robado, que se encuentra en buen estado de conservación a pesar de sus más de 300 años de antigüedad. Según el perito y profesor de arte Ariel Bassano, el «Retrato de una dama» podría tener un valor de entre 30.000 y 70.000 dólares en el mercado de subastas.
La recuperación de esta obra maestra robada por los nazis es un recordatorio de la importancia de preservar el patrimonio cultural y de enfrentar los crímenes del pasado, incluso décadas después.