En un golpe contundente a la delincuencia, la Policía de Investigaciones (PDI) logró frustrar un intento de asalto a uno de sus agentes reveladores en la comuna de Peñaflor. La acción se enmarcaba en una investigación más amplia sobre tráfico de armas y drogas, donde el agente encubierto había logrado identificar a un sospechoso que ofrecía la venta de un arma de fuego y sustancias ilícitas a través de las redes sociales.
Según relató el subprefecto Freddy Gutiérrez, encargado de la Brigada Investigativa Metropolitana (BICRIM) de Peñaflor, la Fiscalía Local de Talagante autorizó la participación del agente revelador para infiltrarse en las transacciones ilegales. El martes de la semana pasada, el sospechoso contactó al agente y acordó reunirse para concretar la venta del arma de fuego y las drogas.
Intento de Asalto Frustrado
Cuando el sospechoso llegó al punto de encuentro, no solo ofreció el arma de fuego, sino que también intentó asaltar al agente revelador. «Lo particular de esta investigación y lo delicado es que estos sujetos, aparte de ofrecer el arma por las redes sociales, intentaron asaltar al agente revelador, al funcionario PDI», explicó el subprefecto Gutiérrez.
Rápidamente, el contingente policial presente en el lugar procedió a la detención de los dos antisociales. «En primera instancia, el primer sujeto se detiene en el mismo lugar y un segundo sujeto se da a la fuga, siendo detenido a escasos metros, al interior de una propiedad», informó el subprefecto.
Arma de Fogueo Adaptada para Disparo
Tras la detención, se estableció que el arma ofrecida era de fogueo, pero estaba adaptada para realizar disparos. «Igualmente, estaba apta en su cañón y tenía munición que podía ser utilizada para disparo», agregó Gutiérrez.
Los dos sujetos aprehendidos fueron formalizados en el Juzgado de Garantía de Talagante por los delitos de robo con intimidación, tráfico de armas y porte ilegal de arma de fuego prohibida. Ambos quedaron con la medida cautelar de prisión preventiva y un plazo de investigación de 120 días.
Este operativo exitoso de la PDI demuestra la efectividad de las técnicas de infiltración y la determinación de las fuerzas del orden en combatir el tráfico ilegal de armas y drogas, incluso cuando los delincuentes intentan atacar a los propios agentes encubiertos.
