En un escándalo que sacude a la Casa Real de Noruega, Marius Borg Høiby, el hijo de la Princesa Mette-Marit, ha sido acusado de 4 casos de violación y otros delitos relacionados con violencia física contra sus exparejas. La lista de cargos en su contra ha aumentado a un total de 32 infracciones, según informó el fiscal Sturla Henriksbø en una conferencia de prensa en Oslo.
Henriksbø destacó la gravedad de los presuntos actos, señalando que «se trata de actos muy graves que pueden dejar huella y destruir vidas». La pena máxima para estos delitos es de hasta 10 años de cárcel. El fiscal enfatizó que la vinculación de Høiby con la familia real no implicará un trato más o menos duro que si los hechos fueran cometidos por otra persona, reafirmando el principio de «igualdad ante la ley».
Historial Turbulento
Høiby, de 28 años, ha sido detenido en tres ocasiones desde que en agosto del año pasado fue retenido por un incidente en el apartamento de una de sus exparejas. Su vivienda en Skaugum, la misma propiedad donde residen los Príncipes Herederos Haakon y Mette-Marit, fue registrada por la policía.
Si bien Høiby solo reconoce delitos de violencia contra una mujer y amenazas a un hombre, no admite las acusaciones de violación. Poco después de su primera detención, admitió tener problemas con el alcohol y otras drogas, además de padecer problemas psíquicos.
Reacción de la Casa Real
La Casa Real noruega se ha mostrado reacia a comentar el caso, que ha generado gran atención mediática en el país nórdico. Sin embargo, el Príncipe Heredero Haakon ha admitido la «gravedad» de las imputaciones, mientras que la Princesa Mette-Marit ha reconocido que el año pasado fue «muy duro» y que la familia recibió «ayuda profesional» del sistema sanitario.
Høiby no tiene compromisos oficiales con la Casa Real, pero asiste a algunas celebraciones familiares y ha mantenido relación tanto con Haakon como con los Reyes Harald V y Sonia.
Juicio Próximo
La Fiscalía espera que el juicio contra Høiby comience a mediados de enero de 2026. Más de una decena de personas figuran como agraviadas en el caso, entre ellas varias exparejas del joven.
Este escándalo ha sacudido los cimientos de la monarquía noruega, poniendo en tela de juicio la imagen de la familia real y generando preocupación sobre las posibles consecuencias para la reputación de la institución.
