El proyecto de ley presentado por la diputada Camila Musante (IND-PPD) para declarar el 17 de septiembre como un feriado nacional ha generado un intenso debate en Chile. Mientras la iniciativa busca fomentar el turismo y la celebración familiar, la oposición y la Cámara Nacional de Comercio advierten sobre los potenciales efectos negativos en el empleo y la actividad económica.
Argumentos a favor del nuevo feriado
La diputada Musante defiende su propuesta argumentando que podría significar un impulso al turismo y al comercio, además de brindar un espacio extra para que las familias chilenas se reúnan y celebren las Fiestas Patrias. Según la legisladora, el 17 de septiembre «viene siendo una tradición en nuestro país durante muchos años», por lo que declararlo como feriado sería una forma de fomentar esa costumbre.
Preocupaciones por el impacto económico
Sin embargo, desde la oposición y la Cámara Nacional de Comercio se han alzado voces críticas. El diputado Miguel Mellado (RN) calificó la propuesta como «demasiado populista» y expresó su temor por los efectos que podría tener en el empleo del país, que actualmente se encuentra en niveles muy altos.
Por su parte, la Cámara Nacional de Comercio advirtió que la aplicación de nuevos feriados puede producir un descenso en la actividad mensual y provocar una baja en el índice de crecimiento, dependiendo del día de la semana en que se aplique y del tipo de actividad productiva.
Opinión de los emprendedores
El presidente de la multigremial nacional de emprendedores, Juan Pablo Swett, también se mostró preocupado por el proyecto. Según Swett, si bien el feriado podría tener un «efecto positivo por el lado del turismo», para la economía en general tendría un «efecto absolutamente negativo», ya que un día menos de trabajo afectaría a las pymes y grandes empresas.
Próximos pasos
El proyecto de ley se encuentra a la espera de un informe financiero del Ministerio de Hacienda y se espera que sea discutido antes de la fecha en cuestión. Sin embargo, aún no hay certezas sobre su resultado en la Cámara de Diputados.
La decisión final deberá equilibrar los potenciales beneficios para el turismo y la celebración familiar con los posibles impactos negativos en el empleo y la actividad económica. Un análisis exhaustivo de los pros y contras será clave para determinar si Chile debe sumar un nuevo feriado al calendario.