En una emotiva revelación, el periodista José Antonio Neme compartió un recuerdo de su infancia que refleja la profunda transformación que ha experimentado la aceptación de la diversidad sexual en Chile.
Neme creció en una época marcada por el prejuicio y el silencio en torno a la homosexualidad. Recordó que, cuando tenía alrededor de 10 u 11 años, su padre hizo un comentario despectivo al pasar frente a una de las primeras discotecas gay del país, calificándola como un lugar «al que dicen que van puros degenerados, maricones». Estas palabras impactaron profundamente a Neme, quien en ese momento ya era consciente de su propia orientación sexual.
Sin embargo, Neme no culpa a su padre por esa reacción, sino que la enmarca en el contexto social de la época, cuando la diversidad sexual era un tema tabú, rodeado de prejuicios, miedo y estigmas. «La sociedad de esos años era mucho más cerrada», explicó Neme, quien logró procesar ese momento con madurez, sin llegar a vivirlo como un tormento personal.
Hoy, Neme observa con alegría la libertad con la que las nuevas generaciones exploran su identidad y orientación sexual, un contraste marcado con su propia experiencia de infancia. Sin embargo, recalca que aún queda mucho camino por recorrer para que la diversidad sea plenamente aceptada sin temor ni discriminación.
La historia de Neme es un reflejo de la transformación que ha experimentado Chile en las últimas décadas, donde la lucha por la igualdad y la aceptación de la comunidad LGBTQ+ ha ganado terreno, aunque aún enfrenta desafíos pendientes. Su relato nos invita a reflexionar sobre la importancia de la empatía, la educación y el diálogo para construir una sociedad más justa e inclusiva para todas las personas, independientemente de su orientación sexual.