En un giro inesperado en las relaciones entre Colombia y Perú, el presidente colombiano, Gustavo Petro, ha acusado al gobierno peruano de haber «copado» un territorio que pertenece a Colombia en la región amazónica. Según Petro, esta acción unilateral viola el Protocolo de Río de Janeiro de 1934, que estableció la frontera entre ambos países en la zona.
A través de sus redes sociales, Petro denunció que «otra vez, el gobierno del Perú ha copado un territorio que es de Colombia», refiriéndose específicamente a la Isla Santa Rosa, ubicada en la provincia Mariscal Ramón Castilla, en la región peruana de Loreto. Según el mandatario colombiano, esta isla se encuentra al norte de la línea más profunda del río Amazonas, lo que la haría parte del territorio colombiano de acuerdo con el tratado.
Implicaciones diplomáticas y comerciales
Petro advirtió que esta «acción unilateral y violatoria del tratado de Río de Janeiro puede hacer desaparecer a Leticia como puerto amazónico, quitándole su vida comercial». Leticia, capital del departamento colombiano del Amazonas, es un importante centro de actividad económica en la región.
En respuesta a esta situación, el presidente colombiano anunció que la celebración del Día del Ejército Nacional, que conmemora la Batalla de Boyacá y la independencia de Colombia, se realizará este jueves en Leticia, en lugar de la tradicional sede, como un gesto de defensa de la soberanía nacional.
Pasos diplomáticos para resolver el conflicto
Petro aseguró que su gobierno «usará, antes que nada, los pasos diplomáticos para defender la soberanía nacional» ante esta situación. Recordó que el Protocolo de Río de Janeiro establece que cualquier desacuerdo entre Colombia y Perú debe resolverse entre las partes.
Este conflicto territorial se remonta a julio de 2024, cuando un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia afirmó que la Isla Santa Rosa había sido «ocupada irregularmente» por Perú. Aunque Perú presentó una nota de protesta, el año pasado el entonces canciller peruano dio por cerrada la discusión, afirmando su «satisfacción» por la respuesta de Colombia.
Ahora, con la denuncia pública de Petro, el conflicto vuelve a la palestra, planteando un desafío diplomático entre los dos países andinos en torno a la soberanía sobre esta estratégica isla en la Amazonía.