En un hecho que ha sacudido al sector marítimo peruano, el Puerto del Callao, el más grande del país y cercano a la capital Lima, se vio obligado a cerrar temporalmente sus operaciones este viernes. La razón: la caída de aproximadamente 50 contenedores desde un buque carguero de bandera taiwanesa.
Según informó el Capitán del Puerto del Callao, Amilcar Velásquez, el incidente ocurrió alrededor de las 10:00 hora local (15:00 GMT), cuando el buque mercante Ever Lunar reportó a las autoridades portuarias que una parte de su carga se había desprendido mientras se encontraba fondeado en la bahía, a la espera de ingresar para descargar sus más de 7.000 contenedores.
Investigación en Curso
Si bien aún se desconocen las causas exactas del incidente, el capitán portuario descartó que se debiera al oleaje, ya que el puerto cuenta con una «protección natural» que lo resguarda de las condiciones climáticas. Preliminarmente, se baraja la posibilidad de que alguna amarra o «trinca» que sujetaba los contenedores se haya roto o soltado, provocando su caída al mar.
Afortunadamente, no se han reportado víctimas, ya que los contenedores desprendidos se encontraban en la popa del buque. Sin embargo, las autoridades han cerrado temporalmente el tráfico en la bahía del Callao como medida de precaución, debido a que los contenedores están flotando y representan un riesgo de colisión para otras embarcaciones, especialmente en las condiciones de baja visibilidad por la neblina que se registra en la zona.
Labores de Limpieza y Reapertura
Según las estimaciones del capitán portuario, las labores de retiro de los contenedores caídos podrían tardar entre 15 y 20 días, utilizando grúas especializadas. Afortunadamente, el incidente no ocurrió en el canal de tránsito de entrada y salida del puerto, lo que facilitaría las tareas de limpieza y recuperación.
Las autoridades han descartado que la carga de los contenedores represente un riesgo de contaminación, ya que, según lo observado, se trataba principalmente de mercancía como plástico. Una vez concluidas las labores de remoción, se procederá a la reapertura del puerto, reanudando las operaciones comerciales.
Este incidente ha puesto de manifiesto la importancia de mantener estrictos protocolos de seguridad en las operaciones portuarias, a fin de evitar situaciones que puedan interrumpir el flujo de mercancías y afectar la actividad económica. Las autoridades se encuentran investigando a fondo las causas del suceso para implementar las medidas correctivas necesarias y prevenir que algo similar vuelva a ocurrir en el futuro.