El emotivo relato de un abogado en busca de justicia
El abogado Cristóbal Jimeno Chadwick entregó un conmovedor testimonio sobre la trágica muerte de su padre y otras 22 personas tras el golpe de Estado de 1973 en Chile. Durante su alegato ante la Corte Suprema, Jimeno compartió los detalles de lo ocurrido con su padre, Claudio Jimeno Grendi, quien fue detenido en La Moneda el 11 de septiembre de 1973 y posteriormente asesinado.
Jimeno, quien se representa a sí mismo y a su hermano Diego, se dirigió al tribunal durante media hora para expresar su desacuerdo con la rebaja por colaboración que recibieron los oficiales en retiro del Ejército. Su objetivo es que se haga justicia y que los responsables sean condenados sin beneficios indebidos.
El primer acto de ocultamiento
En su relato, el abogado reveló que todas las víctimas fueron asesinadas al interior del regimiento Tacna, frente a un pozo. Describió cómo dos filas de personas, militares y civiles, se encontraban frente al pozo mientras eran ametralladas una por una. Además, se lanzaron granadas para ocultar los cuerpos, lo que provocó el derrumbe de las paredes del pozo.
El segundo acto de ocultamiento
Jimeno también denunció el segundo acto de ocultamiento de los restos de las víctimas. En 1978, se encontraron algunos restos y el entonces presidente Augusto Pinochet ordenó su extracción en un helicóptero Puma. Sin embargo, los restos fueron llevados a un lugar desconocido, algunos de ellos aparecieron en la tierra y otros se cree que fueron arrojados al mar.
El abogado señaló que uno de los encausados participó en la exhumación ilegal de los cuerpos y se negó a revelar su paradero. A pesar de estos actos de ocultamiento, Jimeno y su familia siguen luchando por la justicia y confían en que la Corte Suprema hará lo correcto.
La lucha por la justicia
Jimeno concluyó su testimonio destacando que, después de 50 años, finalmente han llegado a la Corte Suprema en busca de justicia. Afirmó que los actos cometidos durante el golpe de Estado rompieron la simetría ética de la sociedad y que una pena tan baja como la impuesta a los responsables no es suficiente para restablecerla.
Este emotivo relato pone de manifiesto la importancia de la memoria histórica y la búsqueda de justicia para las víctimas de violaciones a los derechos humanos. Esperamos que la Corte Suprema tome en cuenta este testimonio y tome decisiones que promuevan la verdad y la justicia en nuestro país.
