La Brigada de Investigación Policial Especializada (BIPE) Antisecuestros de la Policía de Investigaciones (PDI) y la Fiscalía Especializada en Crimen Organizado y Homicidios (ECOH) han revelado más detalles sobre la detención de una banda de venezolanos que secuestraba a turistas brasileños en el barrio Bellavista de Santiago.
Según las autoridades, la organización criminal utilizaba a una mujer como señuelo para seducir a las víctimas y luego raptar a los turistas. El modus operandi consistía en que la mujer invitaba a los turistas que visitaban los locales nocturnos de Bellavista a continuar la noche en otro lugar. En ese momento, simulaba pedir un vehículo de transporte por aplicación, momento en el que llegaba el resto de la banda criminal para subir a la víctima al vehículo.
Bajo intimidación, obligaban a las víctimas a transferir distintas sumas de dinero de sus cuentas. Además, en paralelo, también realizaban extorsiones a las familias de los turistas en Brasil, quienes lograban transferir más dinero a las cuentas de los secuestradores.
Los secuestros duraban entre 3 a 5 horas, y las autoridades no descartan que existan más víctimas que aún no han sido denunciadas, ya que algunos turistas prefirieron salir rápidamente de vuelta a sus países.
Detalles de la Investigación
Según el fiscal ECOH, Eduardo Pontigo, mientras una de las mujeres detenidas era utilizada como señuelo para atraer a las víctimas, la otra aprehendida era la madre de uno de los imputados, quien proporcionaba el auto para cometer los secuestros y también teléfonos celulares.
El fiscal coordinador ECOH, Héctor Barros, indicó que esta investigación muestra un nuevo perfil de víctimas del crimen organizado, ya que este grupo estaba especializado específicamente en personas de nacionalidad extranjera, concretamente brasileños.
Preocupación en el Sector Turismo
Este caso ha generado gran preocupación en el sector turismo. Mónica Zalaquett, presidenta ejecutiva de la Federación de Empresas de Turismo de Chile (Fedetur), manifestó que «es un hecho gravísimo que no solo afecta directamente a las víctimas y sus familias, sino que también daña la reputación internacional de Chile como destino turístico seguro».
Zalaquett hizo un llamado al Gobierno y a los municipios para reforzar la presencia de seguridad, con más policías y más trabajo con los locatarios, ya que «sin seguridad no es posible avanzar» en el crecimiento del turismo en el país.