La trágica noticia sacudió a la comunidad de Carolina del Sur: Jaysen Carr, un niño de 12 años, falleció después de contraer la temida «ameba comecerebros» tras bañarse en el Lago Murray. Esta infección, causada por el parásito Naegleria fowleri, es extremadamente rara pero casi siempre mortal.
Según los familiares de Jaysen, el menor habría adquirido el ameboflagelado mientras disfrutaba de un día de diversión en el lago, ubicado a las afueras de Columbia. Lamentablemente, los primeros síntomas de la enfermedad, como dolor de cabeza, fiebre y náuseas, evolucionaron rápidamente, llevando a Jaysen al coma y la muerte en cuestión de días.
La «ameba comecerebros» es un parásito que se encuentra de forma natural en aguas dulces cálidas, como lagos, ríos y arroyos. Cuando el agua que contiene la ameba entra por la nariz y llega al cerebro, puede provocar una infección mortal conocida como meningoencefalitis amebiana primaria. Lamentablemente, esta enfermedad es casi siempre fatal, con una tasa de mortalidad superior al 97%.
Síntomas y evolución de la infección
Los primeros síntomas de la meningoencefalitis amebiana primaria suelen incluir dolor de cabeza, fiebre, náuseas y vómitos. A medida que la enfermedad progresa, pueden aparecer rigidez en el cuello, confusión, falta de atención, pérdida del equilibrio y alucinaciones.
La enfermedad evoluciona rápidamente y, en la mayoría de los casos, la persona entra en coma y muere en un plazo de 1 a 18 días después del inicio de los síntomas, generalmente en los primeros 5 días.
Prevención y recomendaciones
Dado que esta infección es extremadamente rara, pero casi siempre mortal, es crucial tomar medidas preventivas al disfrutar de actividades acuáticas en aguas dulces cálidas:
- Evita introducir el agua en la nariz durante el baño o la natación.
- Usa tapones para los oídos y pinzas nasales cuando te sumerjas.
- Mantén la cabeza fuera del agua siempre que sea posible.
- Evita remover el lodo o el sedimento del fondo de los lagos o ríos.
Si experimentas síntomas similares a los de Jaysen después de una actividad acuática, busca atención médica de inmediato. Recuerda que, aunque rara, esta infección puede ser fatal si no se trata a tiempo.
La tragedia de Jaysen Carr es un recordatorio de la importancia de la prevención y la vigilancia cuando disfrutamos de nuestros cuerpos de agua dulce. Mantengamos viva su memoria adoptando medidas de seguridad y concientizando a nuestras comunidades sobre este peligro oculto.