María Teresa «Marité» Matus ha decidido compartir por primera vez su verdad sobre la dolorosa separación de su exesposo, Camilo Huerta, con quien estuvo casada durante un año y medio. A través de una conmovedora publicación en Instagram, la influencer abre su corazón y revela los desafíos que enfrentó durante este proceso.
Marité explica que su matrimonio, aunque breve, fue una etapa de profundo aprendizaje, pero también de mucho sufrimiento. «Fue una eternidad llena de intentos, esperanza… y también mucho dolor», comenta. Asegura que la decisión de separarse no fue impulsiva, sino que los problemas venían de largo: «Las relaciones no se terminan de un día para otro».
La influencer afirma que su intención siempre fue formar una familia y tener un compañero con quien crecer, reír y soñar. Sin embargo, lamenta que eso no ocurrió. La falta de compromiso emocional, sumada a situaciones de gritos, insultos y ambientes sin paz, fueron determinantes en su decisión.
Uno de los momentos más impactantes de su testimonio es cuando confiesa haber «tocado fondo»: «Me enfermé. Perdí mi energía, la alegría, la claridad, me sentí cansada y vacía y eso no lo merezco». Con estas palabras, Marité revela cómo el desgaste emocional afectó directamente su bienestar físico y mental.
En su reflexión, Matus apunta a los desequilibrios dentro de la relación, enfatizando que «el amor no es suficiente si no hay voluntad». «Un matrimonio debe ser 50 y 50. Cuando una mujer tiene que cargar con la relación, intentar salvarla una y otra vez… eso agota», añade.
A pesar del dolor, Marité afirma que separarse fue un acto de amor propio: «Me lo debía». También se refiere al juicio social que ha enfrentado desde que terminó su matrimonio, criticando duramente la falta de empatía de algunas mujeres. «Es muy triste ver a mujeres que, en lugar de tender la mano, lanzan piedras», declara, llamando a la sororidad.
Finalmente, Marité deja claro que esta experiencia marcó un antes y un después en su vida. Aunque reconoce el dolor vivido, también valora su decisión como una forma de reconstruirse. Con su mensaje, no solo busca cerrar un ciclo, sino también apoyar a otras mujeres que puedan estar atravesando procesos similares.
