En un giro inesperado, una joven peruana demostró que las despedidas pueden ser diferentes. Vestida de negro, se acercó al ataúd de su pareja y comenzó a bailar al ritmo del reguetón, frente a una imagen en tamaño real del fallecido.
Lejos de ser una instancia de recogimiento y tristeza, el velorio se convirtió en una festiva celebración, con los asistentes alentando y finalmente uniéndose al baile. El momento fue capturado y compartido en redes sociales por un «animador de velorios» conocido como «El Cangri del Callao», quien se dedica a este tipo de eventos.
Una Despedida Única y Memorable
La joven, cuya identidad aún se desconoce, transformó el luto en una forma de rendir homenaje a su pareja. Movida por la música urbana, demostró que las tradiciones pueden romperse cuando el corazón dicta la forma de decir adiós.
Según «El Cangri del Callao», este tipo de celebraciones son cada vez más comunes en Perú, donde las personas buscan formas alternativas de despedir a sus seres queridos. «La viuda, la mano arriba, arriba, arriba, la mano arriba. Un ruido», comentó el cantante chileno Rigeo, quien también se pronunció sobre el momento.
Rompiendo Moldes y Celebrando la Vida
La escena, que inicialmente sorprendió a los presentes, evolucionó en una emotiva despedida, donde la música y el baile se convirtieron en un vehículo para honrar la memoria del fallecido. Lejos de ser una simple anécdota, este tipo de eventos reflejan un cambio en la forma en que las personas enfrentan el luto, priorizando la celebración de la vida sobre la tristeza.
En un mundo cada vez más diverso, las tradiciones funerarias también se transforman, dando paso a expresiones únicas y personales que permiten a los dolientes encontrar consuelo y significado en medio del dolor.
