En un giro inesperado, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha expresado su apoyo a la candidata oficialista chilena, Jeannette Jara, del Partido Comunista, en las próximas elecciones presidenciales. A través de su cuenta de X, Petro compartió los últimos sondeos de la encuestadora Cadem, que colocan a Jara a la cabeza de las preferencias electorales.
Petro celebró este resultado, señalando: «Por ahora ganaría el progresismo en Chile. Pasar al fascismo es terrible para cualquier sociedad». Sin embargo, esta declaración ha generado una fuerte reacción en la oposición chilena, particularmente en la bancada de la Unión Demócrata Independiente (UDI).
Acusaciones de «Injerencia Extranjera»
Los diputados Cristhian Moreira y Henry Leal, de la UDI, han emplazado al presidente Gabriel Boric a rechazar públicamente las expresiones de Petro, acusándolo de «inmiscuirse» en asuntos internos de Chile. Advierten que «las autoridades de nuestro país tienen el deber de proteger nuestra autonomía y evitar cualquier tipo de injerencia extranjera, sobre todo en los procesos electorales».
Más allá de la cercanía política e ideológica entre Boric y Petro, los parlamentarios de la UDI exigen que el presidente chileno «actúe en defensa de los intereses de los chilenos y no los de sus amigos, rechazando de manera pública y categórica las declaraciones que acaba de emitir» el mandatario colombiano.
Reacciones Diversas
La reacción desde el comando de campaña de Jara ha sido más bien tenue. Al ser consultado, el presidente del Partido Comunista, Lautaro Carmona, señaló: «Yo creo que las figuras que se sumen a la encuesta y a las tareas que vienen hacia adelante son vinculadas a esta elección nacional en Chile, por una propuesta de Chile, y eso será tarea del comando, seguir avanzando».
Por su parte, la propia candidata Jeannette Jara agradeció los saludos de Petro, pero enfatizó: «Sé que formamos parte del mismo mundo progresista, pero estoy concentrada en nuestro país y en el modelo que queremos para Chile».
Implicaciones Futuras
Esta intervención de Petro en el proceso electoral chileno ha abierto un debate sobre los límites de la cooperación y solidaridad entre líderes progresistas de la región. Mientras algunos celebran el apoyo a la causa de la izquierda, la oposición chilena lo percibe como una inaceptable «injerencia extranjera» que podría afectar la integridad del proceso democrático.
A medida que se acercan las elecciones en Chile, será crucial observar cómo reacciona el presidente Boric y si logra mantener un delicado equilibrio entre sus vínculos personales y la defensa de la soberanía nacional. El futuro político de Chile y la región parecen estar en juego.
