En un giro geopolítico significativo, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha declarado que su país está dispuesto a proteger a Corea del Norte de cualquier «provocación» que pueda tener «graves consecuencias». Esta advertencia se produce en medio de un aumento de las actividades militares y las alianzas entre Estados Unidos, Corea del Sur y Japón, que Rusia considera una amenaza para su aliado norcoreano.
Lavrov, quien se encuentra en Kuala Lumpur participando en la cumbre de cancilleres del Sudeste Asiático, subrayó la «necesidad de evitar cualquier acción provocativa contra Corea del Norte». Según el ministro ruso, los ejercicios militares a gran escala, incluyendo componentes nucleares, han elevado significativamente el «potencial de conflicto» en la región.
Estrechando Lazos Militares con Pionyang
La postura de Rusia se basa en el tratado de asociación estratégica firmado en 2024 con Corea del Norte, que incluye una cláusula de defensa mutua. De hecho, Pionyang ha enviado alrededor de 15.000 soldados para apoyar la invasión rusa de Ucrania, lo que ha resultado en más de 4.700 bajas, incluidas unas 600 muertes, según datos del Servicio Nacional de Inteligencia de Corea del Sur.
Rusia Busca Contrarrestar la Influencia Occidental
La posición de Rusia parece estar motivada por su deseo de contrarrestar la creciente influencia de Estados Unidos, Corea del Sur y Japón en la región. Al alinearse con Corea del Norte, Moscú busca mantener su presencia geopolítica y evitar que sus adversarios ganen más terreno en el noreste de Asia.
Implicaciones Regionales y Globales
Esta declaración de Rusia tiene implicaciones significativas para la estabilidad regional y las relaciones internacionales. Mientras que Moscú intenta proteger a su aliado norcoreano, las tensiones con Occidente y sus aliados en la región podrían intensificarse aún más, aumentando el riesgo de un conflicto militar de gran escala.
Expertos en geopolítica advierten que la postura de Rusia podría exacerbar aún más las divisiones y la inestabilidad en la península de Corea, con consecuencias potencialmente devastadoras para la seguridad regional y global.
