Durante la madrugada de este jueves, un sismo de magnitud 5.3 sacudió el extremo norte de Chile, con epicentro a 39 kilómetros al noreste de la localidad de Camiña, en la región de Arica y Parinacota.
Según el reporte del Centro Sismológico Nacional, el movimiento telúrico se registró a las 5:26 am, despertando a los habitantes de las zonas afectadas. Si bien no se han reportado daños materiales significativos, las autoridades de Onemi y Senapred han informado sobre los niveles de intensidad Mercalli registrados en diferentes localidades de las regiones de Arica y Parinacota, y Tarapacá.
Impactos y reacciones en las zonas afectadas
En la región de Arica y Parinacota, la ciudad de Arica experimentó una intensidad de grado IV en la escala de Mercalli, al igual que las localidades de Cuya y San Miguel de Azapa. Por su parte, las zonas de Codpa, Pocon Chile y Putre registraron intensidades de grado III.
En la vecina región de Tarapacá, las ciudades de Camiña y Pisagua también alcanzaron una intensidad de grado IV, mientras que Iquique, Alto Hospicio y Huara tuvieron una intensidad de grado III.
Preparación y respuesta de las autoridades
Tras el sismo, los organismos de emergencia como Onemi y Senapred activaron los protocolos de monitoreo y evaluación de daños en las zonas afectadas. Hasta el momento, no se han reportado víctimas ni daños materiales de consideración, lo que refleja la efectividad de los planes de preparación y respuesta ante este tipo de eventos sísmicos en el norte de Chile.
Sin embargo, las autoridades han hecho un llamado a la población a mantener la calma y seguir las indicaciones de los equipos de emergencia, en caso de que se produzcan réplicas o se requiera alguna acción adicional.
Importancia de la prevención y la preparación
Este sismo de magnitud 5.3 es un recordatorio de la necesidad constante de fortalecer la preparación y resiliencia de las comunidades ante la amenaza sísmica en el norte de Chile. Si bien esta vez el impacto ha sido moderado, es crucial que las autoridades y la población mantengan un alto nivel de preparación y conciencia sobre los riesgos, a fin de minimizar las consecuencias en caso de que se produzca un evento de mayor magnitud en el futuro.
