En un giro inesperado de los acontecimientos, la defensa de Martín de los Santos, el hombre acusado de agredir al conserje Guillermo Oyarzún, de 70 años, en Vitacura, ha presentado una querella por los delitos de lesiones graves y amenazas simples. Según el relato, De los Santos habría sido víctima de una sumisión química y de dos agresiones físicas antes del incidente que lo llevó a la formalización.
Según la querella, horas antes de la agresión a Oyarzún, De los Santos se encontraba en el club nocturno Palomino en Vitacura, cuando comenzó a experimentar una pérdida de control y alteración de sus sentidos, con síntomas compatibles con la administración no consentida de sustancias psicotrópicas o estupefacientes. Esto habría coincidido con un gasto desproporcionado e inusual de dinero por parte del imputado, lo que hace presumir que fue víctima de un acto de sumisión química, con el aparente propósito de manipular su voluntad y hacerlo incurrir en gastos significativos dentro del local.
Agresión en el Club Nocturno y Posterior Ataque
Tras percatarse de lo que ocurría, De los Santos habría manifestado su desacuerdo en seguir siendo inducido a gastar de manera compulsiva, luego de lo cual habría sido objeto de una agresión física directa y desproporcionada por parte del personal de seguridad del local, quienes procedieron a golpearlo de manera violenta, poniendo en riesgo su integridad física y su vida.
Visiblemente afectado y en un estado de extrema confusión mental y emocional, De los Santos huyó del lugar y comenzó a gritar solicitando auxilio en plena vía pública, sin que sus llamados fueran respondidos. Fue en ese contexto «absolutamente confuso y lamentable» que se produjo el altercado verbal y físico con el conserje Guillermo Oyarzún, de 70 años, que resultó con secuelas graves.
Segunda Agresión en las Afueras del Centro de Justicia
Pero la querella no termina ahí. Según el relato, al día siguiente, cuando se controló la detención de De los Santos en las inmediaciones del Centro de Justicia, este habría sido abordado sorpresivamente y agredido nuevamente por al menos dos sujetos, quienes lo golpearon con puños, patadas y, presuntamente, con un objeto contundente de forma alargada, posiblemente metálico.
Producto de esta segunda agresión, De los Santos resultó con fracturas en las costillas y una fisura en el antebrazo izquierdo, lo que le ha imposibilitado realizar actividades básicas de su vida diaria. Además, la querella menciona que el imputado ha sido víctima de amenazas de muerte y agresiones físicas a través de redes sociales y WhatsApp.
Buscando Justicia y Protección
Ante este panorama, la defensa de Martín de los Santos ha presentado una querella por los delitos de lesiones graves y amenazas simples, buscando que se reconozca su condición de víctima y se le brinde la debida protección. La reformalización de este lunes 23 de junio será clave para determinar el rumbo de este complejo caso.
Como bien señala la esposa del conserje Oyarzún, «si mi marido hubiera golpeado a uno de allá de Vitacura, les aseguro que mi marido estaría detenido, en estos momentos estaría preso. Porque ellos sí pueden hacer lo que quieren, pisotear, hacer lo que quieran con la gente, y siempre va a haber una mamita y un papito detrás que lo van a estar salvando». Esta declaración refleja la percepción de desigualdad y falta de justicia que rodea este caso.
A medida que se desarrollen los próximos pasos legales, será fundamental que se esclarezcan los hechos y se garantice un proceso justo y equilibrado, donde se protejan los derechos de todas las partes involucradas.
