Raimundo Cerda, conocido por su paso por los programas de telerrealidad «Gran Hermano» y «Palabra de Honor», ha emprendido una nueva etapa en su vida, alejándose de los reflectores para enfocarse en el mundo empresarial y académico.
Tras su experiencia en los realities, Raimundo decidió incursionar en el sector de los bienes raíces, invirtiendo en terrenos ubicados en el exclusivo sector de La Dehesa, en Santiago. Esta nueva aventura empresarial está siendo acompañada por asesorías profesionales y el apoyo de su familia.
Enfocado en Proyectos a Largo Plazo
En una entrevista con el portal Fotech, Raimundo explicó que ahora busca establecerse fuera de la televisión, centrándose en estas nuevas inversiones que ya tiene activas. En particular, señaló que está involucrado en un proyecto en Los Trapenses, en La Dehesa, donde evalúan la compra de terrenos junto a otras personas, todo bajo una asesoría profesional para evitar riesgos.
El dinero que Raimundo ganó durante su paso por los realities fue clave para emprender este nuevo desafío. Le permitió contar con el capital necesario para apostar por un proyecto ambicioso, alejado de la exposición mediática, y enfocado en algo más estable y a largo plazo.
Retomando la Formación Académica
Además de su rol como inversor, Raimundo también comentó sus deseos de retomar su formación académica. Él estudió agronomía, carrera que había dejado en pausa por su participación en televisión, y ahora busca retomarla y profundizar en ella. Su objetivo es reenfocar su vida y dedicarse a lo que siempre le interesó desde un inicio.
Cerda también valoró el hecho de tener, por fin, un poco de tiempo y espacio para sí mismo, algo que no había podido disfrutar durante su paso por los programas de telerrealidad. Esto le ha permitido reflexionar y tomar decisiones con mayor claridad, tanto en lo profesional como en lo personal.
Superando Desafíos de Salud
Sobre su salud, luego de haber estado hospitalizado por rabdomiólisis —una condición que afecta gravemente los músculos—, Raimundo explicó que las primeras semanas fueron complicadas. Estuvo entre una y dos semanas en reposo absoluto en la clínica, y durante ese periodo no pudo entrenar, lo que le afectó emocionalmente.
Sin embargo, aseguró que ya está mucho mejor y con ánimo renovado. Reconoció que los sentimientos negativos fueron pasajeros y que ahora está decidido a seguir adelante, aprender de lo vivido y volver con más fuerza que antes a sus entrenamientos y a su nueva vida fuera de la televisión.