La Cordillera Baguales, situada a 120 kilómetros al noroeste de Puerto Natales, es un lugar misterioso y poco conocido que esconde un tesoro paleontológico único en Chile. Esta cadena montañosa de 60 kilómetros de largo, que separa las cuencas de los ríos Baguales y de las Chinas, alberga un registro fósil excepcional que abarca desde la era de los dinosaurios hasta la llegada de los mamíferos.
Un Libro Abierto de la Historia de la Tierra
Caminar por la Sierra Baguales es como recorrer distintas épocas de la Tierra en medio de una soledad aplastante. Este lugar es un verdadero registro único que fascina a los paleontólogos por su abundancia, forma y belleza de los fósiles. Desde árboles petrificados hasta dientes de tiburón, los vestigios de un pasado remoto se encuentran diseminados por toda la extensión de esta región.
La historia de la Sierra Baguales se remonta a más de 100 millones de años, cuando la Patagonia comenzaba a separarse de la Antártida. En el Cretácico, enormes dinosaurios como los titanosaurios y hadrosaurios deambulaban por estos parajes, que en aquella época eran bosques templados. Más tarde, el lugar fue mar profundo y luego mar somero, albergando una enorme variedad de fauna marina, desde reptiles como los mosasaurios y plesiosaurios, hasta cocodrilos, tortugas y múltiples clases de tiburones.
Un Puente entre Sudamérica y la Antártida
Los paleontólogos definen a la Sierra Baguales como una aduana entre Sudamérica y la Antártida, ya que durante millones de años existió un flujo de intercambio entre estos dos continentes cuando ambos eran verdes. Esto se evidencia en la presencia de Nothofagus, un género de árboles que vive solo en el hemisferio sur y que muestra claramente las rutas de dispersión entre estos dos continentes.
Según las teorías, los Nothofagus entraron a Sudamérica a través de tres pulsos distintos cuando existía un puente terrestre entre la Antártida y Chile. Esto explica la presencia de especies como el ruil, el raulí y el coihue en la región de Magallanes, cada una con adaptaciones únicas a los cambios climáticos.
Explorando un Territorio Remoto y Salvaje
Recorrer la Sierra Baguales es una experiencia de verdadero explorador. A diferencia del famoso Parque Torres del Paine, este lugar es un completo desconocido, con pocos senderos habilitados y una presencia humana mínima. Aquí, el puma, el rey indiscutido de la Patagonia, domina un territorio salvaje y solitario.
Para visitar este remoto rincón de Chile, es necesario pasar por el retén de Carabineros de Cerro Guido y obtener los permisos correspondientes. Algunas estancias privadas ofrecen la posibilidad de realizar trekking y avistamiento de pumas, así como recorridos paleontológicos y visitas a sitios arqueológicos de los aonikenk, los primeros pobladores de la zona.
Protegiendo un Tesoro Paleontológico
Conscientes de la importancia de este lugar, un grupo de privados amantes del pasado ha creado el Complejo Geo Paleontológico «La Cumbre-Baguales», un área protegida que alberga uno de los yacimientos más importantes de Chile. Su misión es estudiar, proteger y conservar este extraordinario patrimonio, trabajando con la comunidad y las escuelas para crear conciencia sobre su cuidado y la importancia de no retirar ni alterar los vestigios.
En el futuro, se espera poder habilitar un museo paleontológico en Puerto Natales que muestre al mundo los tesoros de la Sierra Baguales, un lugar que está cambiando nuestra comprensión del pasado y que merece ser preservado para las generaciones futuras.