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domingo, junio 8, 2025

Tragedia Familiar: Cuando la Salud Mental se Desmorona

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En una trágica secuencia de eventos, un hombre de 40 años, Fernando Dellarciprete, asesinó a su esposa Rocío Villarreal y a sus dos hijos pequeños, Tiziano y Francesco, antes de quitarse la vida. Esta devastadora masacre familiar conmocionó a la comunidad de Tres Arroyos, en la provincia de Buenos Aires, Argentina, y pone de manifiesto la urgente necesidad de abordar los problemas de salud mental de manera más efectiva.

Según la reconstrucción de los hechos, Dellarciprete, un camionero que trabajaba por cuenta propia, apuñaló a su esposa en su hogar y luego ahogó a sus hijos en una zanja mientras los llevaba a la escuela. Posteriormente, se lanzó bajo las ruedas de un camión en un intento de suicidarse, poniendo fin a una espiral de violencia y desesperación.

Los antecedentes de Dellarciprete revelan que había sido tratado por problemas de salud mental, pero había abandonado su tratamiento psiquiátrico. Vecinos y fuentes cercanas al caso afirmaron que el hombre «andaba raro» y que se dormía al volante debido a los efectos de los medicamentos. Esto habría desencadenado su decisión de dejar el tratamiento, con consecuencias trágicas.

Lamentablemente, este no es un caso aislado. Apenas dos semanas antes, se registró otra masacre familiar en la ciudad de Buenos Aires, donde una mujer, Laura Leguizamón, asesinó a su esposo y a sus dos hijos antes de suicidarse. Al igual que Dellarciprete, Leguizamón también atravesaba un tratamiento psiquiátrico por esquizofrenia y depresión.

Estos casos ponen de manifiesto la urgente necesidad de mejorar el acceso y la calidad de los servicios de salud mental en Argentina. Es fundamental que las autoridades y las instituciones de salud trabajen de manera más efectiva para identificar y brindar apoyo a las familias en crisis, evitando que estos trágicos desenlaces se repitan.

La pérdida de vidas inocentes, como la de los niños Tiziano y Francesco, es una herida que no cicatriza fácilmente. Estas tragedias deben servir como un llamado de atención para que se implementen políticas y programas que aborden de manera integral los problemas de salud mental, brindando a las familias vulnerables el apoyo y los recursos necesarios para prevenir estos desgarradores desenlaces.

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