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viernes, mayo 23, 2025

La Educación de Adultos en Chile: Desafíos y Oportunidades Olvidadas

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En Chile, el sistema educativo se enorgullece de ofrecer una variedad de modalidades y niveles que buscan atender las necesidades de todos los estudiantes. Sin embargo, al analizar más de cerca, se hace evidente una profunda desigualdad que afecta a un segmento crucial de la población: la Educación de Personas Jóvenes y Adultas (EPJA).

La EPJA, conformada por los Centros de Educación Integral de Adultos (CEIA), Terceras Jornadas y la Educación en Contextos de Encierro, enfrenta un desafío constante: la falta de recursos justos y equitativos. Mientras que los estudiantes de la educación tradicional reciben una subvención mensual hasta un 40% mayor, la EPJA se ve relegada a un segundo plano, sin acceso a la Jornada Escolar Completa (JEC) y con un sistema de monitoreo de calidad deficiente.

La Brecha Invisible: Subvención Desigual

Según el Decreto con Fuerza de Ley N°2 de 1998, el cálculo de los aportes estatales se basa en la Unidad de Subvención Educacional (U.S.E.), cuyo valor se reajusta periódicamente. Al comparar los valores vigentes para 2025, se evidencia una diferencia significativa: un estudiante de 1° a 4° medio en modalidad científico-humanista, sin JEC, recibe una subvención mensual alrededor de un 5,7% más que un estudiante de la modalidad EPJA en los mismos niveles. Esta brecha se amplía aún más cuando se compara con establecimientos tradicionales con JEC, donde la subvención alcanza un 40% más de lo que recibe un estudiante de EPJA.

Esta brecha se amplía significativamente si se compara con establecimientos tradicionales con JEC, donde la subvención alcanza un 40% más de lo que recibe un estudiante de EPJA.

Más allá de las Aulas: La Realidad de la EPJA

La EPJA atiende a una población diversa, con necesidades socioeconómicas, de género, neurológicas y culturales muy específicas. Muchos de estos estudiantes se ven obligados a priorizar sus necesidades fisiológicas básicas, como alimentación y sustento familiar, sobre la educación. Sin embargo, los establecimientos EPJA nunca les cierran las puertas y, a través de estrategias innovadoras, logran mantener la permanencia escolar de estos estudiantes, reintegrándolos al sistema educativo.

Estas dinámicas escolares, donde la inasistencia no significa deserción, son fundamentales para comprender la realidad de la EPJA. Los docentes y asistentes de la educación realizan un trabajo excepcional, brindando apoyo a distancia, visitas domiciliarias y acompañamiento emocional, todo ello fuera de sus horarios laborales, por pura vocación.

Una Oportunidad Olvidada

La EPJA representa una segunda oportunidad para miles de jóvenes y adultos en Chile, quienes encuentran en ella un refugio que les permite mejorar sus condiciones laborales, cerrar ciclos educativos o continuar con estudios superiores. Sin embargo, esta valiosa labor se ve amenazada por un sistema de subvención que no comprende ni valora la realidad de estos estudiantes.

Mientras que la educación tradicional recibe un mayor apoyo estatal, la EPJA es considerada como estudiantes de «segunda categoría», a pesar de que atiende a una población que ha sido históricamente relegada del sistema educativo. Incluso, la reciente «Modalidad de Reingreso» se presenta como una innovación, cuando en realidad reutiliza estrategias desarrolladas por la EPJA desde hace años.

La EPJA representa una segunda oportunidad para miles de jóvenes y adultos en Chile, quienes encuentran en ella un refugio que les permite mejorar sus condiciones laborales, cerrar ciclos educativos o continuar con estudios superiores.

Un Llamado a la Equidad y la Inclusión

Es insólito que, mientras se estima que alrededor de 5 millones de personas en Chile no han finalizado su educación media, la EPJA atienda actualmente a solo cerca de 140 mil estudiantes, lo que representa una cobertura inferior al 3% de la población desescolarizada. Esta profunda brecha entre el derecho a la educación y su garantía real con los jóvenes y adultos en situación de deserción escolar es una llamada urgente a la acción.

Es momento de que el Estado reconozca el valor y la importancia de la EPJA, y destine los recursos necesarios para garantizar una educación verdaderamente inclusiva, equitativa y de calidad para todos los estudiantes, sin importar la modalidad que elijan. Solo así podremos cerrar esta brecha y brindar a los jóvenes y adultos la oportunidad de transformar sus vidas a través de la educación.

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