Según un reciente estudio realizado por el Panel Ciudadano UDD, los candidatos presidenciales José Antonio Kast y Evelyn Matthei concentran el 70% de los votos de la población inmigrante en Chile. Sin embargo, este apoyo se ve matizado por importantes diferencias ideológicas entre los dos grupos de votantes extranjeros.
El sondeo, que encuestó a inmigrantes que han residido en el país por más de 5 años y cumplen con los requisitos legales para sufragar, reveló que Kast lidera con un 37,8% de las preferencias, seguido de cerca por Matthei con un 32,2%. En tercer lugar se ubica Johannes Kaiser con un 15,4%, mientras que el resto de los candidatos se encuentran por debajo del 10%.
Diferencias Ideológicas entre Inmigrantes
Uno de los hallazgos más interesantes del estudio es la marcada diferencia ideológica entre los inmigrantes, especialmente en el eje económico. Según la metodología de la «Brújula Política», los venezolanos se ubican claramente más a la derecha económica, mostrando mayor apoyo a soluciones de mercado en áreas como salud y pensiones, y menor respaldo a la estatización de servicios.
«En el eje social la distancia es marginal, los promedios de los tres grupos se concentran en torno al mismo nivel de liberalismo–autoritarismo, con variaciones mínimas»
, indica el informe.
Por ejemplo, solo el 36% de los venezolanos apoya que los servicios básicos estén exclusivamente en manos del Estado, frente a un 76% de los chilenos consultados en una medición anterior. Asimismo, el 44% de los inmigrantes respalda un sistema de pensiones estatal, versus el 66% de los nacionales.
Implicaciones para la Carrera Presidencial
Estos hallazgos sugieren que, si bien Kast y Matthei lideran el voto inmigrante, deben considerar las diferencias ideológicas de este segmento de la población al momento de diseñar sus propuestas y estrategias de campaña. Entender las necesidades y preferencias de este electorado clave será fundamental para asegurar su apoyo en las próximas elecciones presidenciales.
Además, el estudio destaca la creciente importancia del voto inmigrante, que representa más del 5% del padrón electoral 2025, según el último Censo. Ignorar o subestimar este segmento podría tener consecuencias decisivas en el resultado final.