Boric y Josefina Huneeus, la exesposa de Alberto Larraín, mantuvieron una conversación telefónica que ha generado gran revuelo. En ella, abordan los intrincados detalles del escándalo que rodea a la polémica fundación ProCultura, de la cual Larraín es el fundador.
Durante el diálogo, Boric reconoce estar «bastante bien» a pesar de admitir que «me cuesta entender de todo lo que está pasando». Por su parte, Huneeus comparte su perspectiva, señalando que «creo ha sido un proceso largo, yo creo que estamos frente a una personalidad psicopática, franca, que ha hecho, yo creo que no ha cometido delitos que lo vayan a llevar preso, yo creo que no hay apropiación indebida».
Uno de los temas clave abordados es la entrega del teléfono y computadora de Larraín a las autoridades. Huneeus comenta que «Entregó su celular y computador, ahora él tenía un sistema que se le iban borrando… es un despelotado, o sea, no sé si tiene todo guardado como Hermosilla en un súper iPhone, no tengo idea».
Boric, por su parte, defiende a Larraín, enfatizando que «jamás haría algo ilegal, pero quizás de idiota, como le puedo haber dicho ‘oye que interesante este proyecto’ como no sé». Además, confirma un rumor sobre un supuesto interés de Larraín por ser ministro de Salud o de Desarrollo Social.
La conversación también aborda la situación de Irina Karamanos, quien en algún momento fue señalada por la Fiscalía por una serie de traspasos a ProCultura. Huneeus califica esto como «pura parafernalia», a lo que Boric responde que «se han aprovechado» y que «es un show patético».
Finalmente, Huneeus aconseja a Boric que muestre el registro de los abonos y cartolas bancarias de ProCultura para esclarecer la situación. Boric se compromete a comunicarse con su abogado para que se encargue de este asunto.
Esta reveladora conversación arroja luz sobre los intrincados detalles del caso ProCultura y las estrategias que se están desarrollando para enfrentarlo. Sin duda, este escándalo seguirá generando repercusiones en los próximos meses.
