Patricio Coronado, el gerente técnico responsable de la reconstrucción en Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana, se ha visto envuelto en una controversia por los cuestionamientos a su equipo y los elevados sueldos que perciben. Tras las revelaciones del portal de Transparencia Activa del Ministerio de Desarrollo Social, que apuntaban a un equipo de 9 asesores con sueldos superiores a los 30 millones de pesos mensuales, Coronado ha salido a defenderse.
En una entrevista, el gerente técnico aseguró que su equipo está compuesto por 5 personas que trabajan de forma exclusiva en la reconstrucción, con remuneraciones que alcanzan los 18 millones de pesos brutos. Según Coronado, este equipo multidisciplinario se encarga del despliegue permanente en terreno, el seguimiento de las medidas y la vinculación territorial.
Sin embargo, las críticas no se han hecho esperar. El gobernador regional, Rodrigo Mundaca, ha señalado que no ha existido una coordinación efectiva con el equipo liderado por Coronado, y ha exhortado al gobierno central a «dejar de perder tiempo y construir casas». Por su parte, la Directiva ONG Sobrevivientes del Megaincendio, a través de su secretario Michael Sasso, ha cuestionado la idoneidad de los profesionales que conforman el equipo, asegurando que «no han estado a la altura de esta tragedia».
Más allá de los cuestionamientos a los sueldos y la composición del equipo, las críticas también apuntan al escaso avance de las obras de reconstrucción. Según datos de la Contraloría, a más de 1 año de la catástrofe, solo el 1% de las viviendas han sido reconstruidas por el Estado.
Retos y Perspectivas para la Reconstrucción
La reconstrucción de Valparaíso, Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana representa un desafío de gran magnitud, tanto en términos logísticos como presupuestarios. El gerente técnico Patricio Coronado defiende la composición y los costos de su equipo, argumentando que se trata de un trabajo integral y de gran alcance. Sin embargo, las críticas de las autoridades regionales y de la sociedad civil ponen en duda la eficacia de los esfuerzos realizados hasta el momento.
Para avanzar en la reconstrucción, será crucial mejorar la coordinación entre los diferentes niveles de gobierno, así como garantizar la transparencia y rendición de cuentas en el uso de los recursos públicos destinados a este proceso. Asimismo, se deberá priorizar la reconstrucción de viviendas y la atención a las necesidades más urgentes de los damnificados, en lugar de destinar recursos a una estructura administrativa que, según los cuestionamientos, no estaría a la altura de las circunstancias.
La recuperación de estas zonas afectadas por la catástrofe requiere de un esfuerzo sostenido y una gestión eficiente, que logre conciliar las demandas de la ciudadanía con los recursos y capacidades del Estado. Solo así se podrá avanzar hacia una reconstrucción integral y justa, que brinde a los habitantes de estas localidades la oportunidad de rehacer sus vidas y sus comunidades.