El pragmatismo: la clave para mejorar el capitalismo
En 1992, Bill Clinton instaló su famosa frase “…es la economía, estúpido” en su campaña presidencial frente a George W. Bush. Esta frase capturó la atención del mundo y planteó la importancia de la economía en el ámbito político y social. Hoy en día, en nuestra región, las diferentes visiones sobre el capitalismo generan una grieta que no beneficia a nadie.
Recientemente, se ha debatido sobre la posibilidad de “derrocar al capitalismo” o “superarlo”, lo cual ha llevado a una discusión inútil sobre si el capitalismo es bueno o malo. Sin embargo, el ex presidente uruguayo José “Pepe” Mujica afirmaba que el capitalismo es lo único que existe, pero que requiere de un constante perfeccionamiento para asegurar la calidad de vida de una sociedad. Y tiene razón.
Fortaleciendo el capitalismo desde la política
La clave para mejorar el capitalismo radica en fortalecerlo desde la calidad de la política. La política tiene como objetivo brindar bienestar a la gente, lo cual depende del crecimiento y desarrollo económico. La economía es una ciencia social que debe tener en cuenta el enfoque social para lograr un verdadero bienestar.
Para promover el crecimiento económico, es fundamental la presencia eficiente del Estado. Sin políticas de Estado que faciliten las expectativas de los empresarios, es difícil promover el crecimiento económico y el bienestar social. Las políticas de Estado centradas en la educación, la salud y la seguridad jurídica son pilares esenciales para mejorar el posicionamiento del país y atraer inversiones.
El equilibrio entre libertades económicas y apertura de mercados
El capitalismo no se define por un solo modelo. No existen el neoliberalismo ni el conservadurismo absolutos, al igual que no existe el socialismo puro. El capitalismo requiere de una mezcla de enfoques liberales, sociales, conservadores y progresistas, según el momento y la oportunidad.
En este sentido, el pragmatismo juega un papel fundamental. El pragmatismo elimina la discusión dialéctica y busca integrar diferentes ideologías para alcanzar los objetivos permanentes de un país: la convivencia y el bienestar. El pragmatismo reconoce que siempre habrá barreras, condicionamientos y aranceles, pero también promueve el intercambio que beneficie a todas las partes.
Conclusión
Mejorar el capitalismo es posible a través del pragmatismo. Fortalecer el capitalismo desde la política, con un Estado presente y políticas de Estado que promuevan el crecimiento económico, es fundamental para garantizar el bienestar social. El equilibrio entre libertades económicas y apertura de mercados es clave para un capitalismo exitoso. En lugar de debatir sobre si el capitalismo es bueno o malo, debemos enfocarnos en cómo mejorarlo y adaptarlo a las necesidades de nuestra sociedad.
