En la madrugada del viernes 18 de abril, un sismo de magnitud 4.8 se percibió en la zona central de Chile, abarcando desde la región del Maule hasta el Bío Bío. De acuerdo con el Centro Sismológico Nacional, el epicentro del movimiento telúrico se ubicó a 47,85 kilómetros al este de la ciudad de San Fabián, en la región de Ñuble, a una profundidad de 126 kilómetros.
Según los reportes preliminares, el sismo ocurrió a las 23:59 horas del 17 de abril, sin generar las condiciones necesarias para desencadenar un tsunami en las costas chilenas. Sin embargo, el Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) indicó que se están evaluando posibles daños a personas, servicios básicos o infraestructura en las zonas afectadas.
Intensidad del Movimiento Telúrico
De acuerdo con Senapred, el sismo alcanzó intensidades de hasta grado III en la escala de Mercalli, siendo percibido en ciudades como Talca, Cauquenes, San Javier y Chillán. Esta escala mide los efectos del terremoto en la superficie, siendo el grado III descrito como «débil» y caracterizado por una vibración similar al paso de un camión pesado o la caída de objetos pequeños.
Monitoreo y Evaluación de Daños
Tras el sismo, las autoridades competentes, como el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) y Senapred, han activado los protocolos de monitoreo y evaluación de posibles daños en la zona. Se espera que en las próximas horas se tenga un reporte más detallado sobre el impacto del movimiento telúrico en la región central de Chile.
Es importante destacar que, si bien este sismo no alcanzó una magnitud mayor, es fundamental que la población mantenga la calma y siga las indicaciones de las autoridades en caso de emergencia. La preparación y la respuesta coordinada son clave para minimizar los efectos de estos eventos naturales.
