Una diputada argentina del partido Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad (FITU), Vanina Biasi, ha sido procesada por un juez federal por presunta discriminación al utilizar términos como «nazi» y «terrorista» para referirse al Estado de Israel. El magistrado, Daniel Rafecas, consideró que los comentarios de Biasi en redes sociales «superaban los límites de la libertad de expresión» y podrían incitar al odio antisemita.
Según la acusación, entre noviembre de 2023 y enero de 2024, Biasi calificó al gobierno israelí como «nazi», «terrorista» y «genocida», además de comparar la ofensiva militar en Gaza con el Holocausto. El juez argumentó que estas críticas «deslegitiman la existencia» de Israel y lo tratan de manera diferente a otros Estados, lo cual constituiría una violación a la ley antidiscriminatoria 23.592.
Libertad de expresión vs. discurso de odio
El caso ha generado un debate sobre los límites de la libertad de expresión, especialmente cuando se trata de temas políticos y religiosos tan sensibles. Por un lado, Biasi sostiene que está ejerciendo su derecho a criticar las políticas de un Estado que considera «genocida» y «apartheid». Por otro, el juez considera que sus declaraciones exceden los límites permitidos y pueden incitar al odio antisemita, algo que Argentina ha sufrido en el pasado con atentados.
«La crítica se distorsiona y excede los límites de la libertad de expresión cuando se hace de forma de deslegitimar su existencia, o de exigirle acciones distintas a las que se le exigen a cualquier otro Estado que no tenga la característica de su religión judía como constitución»
, indicó Rafecas en su acusación.
La diputada, por su parte, acusa al juez de «guardar su fallo para esta etapa electoral» y de estar influenciado por el «lobby sionista» y el «poder político y económico». Biasi asegura que seguirá enfrentando «al apartheid y exterminio del pueblo palestino» y que apelará la decisión.
El contexto geopolítico y la polarización
Este caso se enmarca en un contexto de creciente polarización y tensión geopolítica en torno al conflicto israelí-palestino. Las críticas a la política israelí, especialmente en relación con el tratamiento de los palestinos, han aumentado en los últimos años, a la vez que se han producido episodios de antisemitismo en diversos países.
Algunos expertos argumentan que es importante distinguir entre la legítima crítica a las acciones de un gobierno y el discurso de odio hacia una comunidad religiosa o étnica. Sin embargo, en la práctica, esta línea puede ser difusa y sujeta a interpretaciones.
El papel de las redes sociales
Las redes sociales han jugado un papel clave en la difusión de este tipo de debates, al facilitar la expresión de posturas polarizadas y la circulación de información, a veces sesgada o imprecisa. Esto plantea desafíos en cuanto a la moderación de contenidos y la prevención de la incitación al odio.
En este contexto, el caso de la diputada argentina Vanina Biasi pone de manifiesto la complejidad de equilibrar la libertad de expresión y la protección contra la discriminación en temas tan sensibles y cargados de connotaciones históricas y políticas.