Karol Cariola, diputada del Partido Comunista, se encuentra en medio de una investigación por presunto tráfico de influencias. Sin embargo, ella asegura que se trata de una campaña de desprestigio y asesinato de imagen pública, con características comunicacionales y políticas.
En la primera audiencia del proceso judicial, Cariola reafirmó su total inocencia y apego irrestricto a la ley. Además, logró que se acogiera su solicitud de resguardo de la intimidad y de elementos personales sensibles, demostrando su disposición a colaborar con la investigación.
Respecto a su relación con los empresarios chinos, como Emilio Yang, Cariola aclaró que Yang nunca ha hecho aportes a sus campañas y que lo conoció después de ser electa, en el marco de su presidencia del grupo parlamentario de amistad Chile-China. Cariola también explicó que, en su necesidad de tener un lugar donde dormir en la Región Metropolitana, consultó a varias personas, incluido Yang, quien le indicó la disponibilidad de un departamento que ella pagó de su bolsillo a valor de mercado.
La diputada asegura que dejará en claro que todas estas acusaciones carecen de fundamento y que su inocencia y apego a la ley quedarán evidenciados. Además, rechazará cualquier intento de censura en la Cámara, calificándolo como oportunismo y falta de humanidad.
En resumen, Karol Cariola se enfrenta a una batalla legal y de imagen pública, pero está decidida a demostrar su integridad y a limpiar su nombre de cualquier sospecha de irregularidad. Su defensa se basa en la transparencia, la colaboración con la investigación y la firme convicción de su inocencia.