En un clima de creciente rivalidad geopolítica, los Estados Unidos y China han dejado claro que se encuentran preparados para enfrentar cualquier escenario bélico que pueda surgir entre las dos superpotencias. Mientras el Secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, asegura que su país está listo para la guerra, la embajada china en Estados Unidos ha advertido que también están dispuestos a luchar «hasta el final» si es necesario.
Hegseth, en una entrevista con la cadena Fox News, afirmó que «Estamos preparados. Los que anhelan la paz se preparan para la guerra. Por eso estamos reconstruyendo nuestro Ejército». Esta declaración llega horas después de que la embajada china en Estados Unidos publicara un mensaje en la red social X (anteriormente conocida como Twitter), donde indicaba que «Si el país [Estados Unidos] quiere una guerra, ya sea arancelaria, comercial o de cualquier otro tipo, estamos dispuestos a luchar hasta el final».
Estas advertencias mutuas se producen en un contexto de crecientes tensiones entre las dos potencias, que han intensificado su rivalidad en ámbitos como el comercio, la tecnología y la influencia geopolítica. La carrera armamentística y el aumento del gasto en defensa por parte de ambos países son claros indicios de que la posibilidad de un conflicto bélico no se descarta.
Estrategias de Disuasión y Preparación Militar
Según Hegseth, el «ethos» guerrero de Estados Unidos se debe a que «vivimos en un mundo peligroso, con países poderosos y de ideología muy diferente» que «están aumentando rápidamente el gasto en defensa y la tecnología moderna». En este sentido, el Secretario de Defensa afirma que el objetivo es disuadir una posible guerra con China y otros adversarios, para lo cual es necesario fortalecer las capacidades militares.
Por su parte, la embajada china ha dejado claro que también están preparados para cualquier eventualidad. La advertencia de «luchar hasta el final» si es necesario refleja la determinación de China de defender sus intereses nacionales y no ceder ante las presiones de Estados Unidos. Esto se enmarca en la estrategia de la «guerra popular prolongada» que ha guiado la política de defensa china en las últimas décadas.
Implicaciones Geopolíticas y Riesgos de Escalada
Los expertos advierten que esta retórica belicista y la creciente carrera armamentística entre EE.UU. y China aumentan significativamente los riesgos de una confrontación militar accidental o de una escalada incontrolada de las tensiones. Además, señalan que este escenario podría tener graves consecuencias a nivel global, afectando la estabilidad económica y geopolítica internacional.
En este contexto, la diplomacia y la búsqueda de soluciones negociadas se vuelven fundamentales para evitar un conflicto abierto entre las dos superpotencias. Tanto Estados Unidos como China deberán demostrar cautela y responsabilidad para mantener la paz y la estabilidad en la región del Indo-Pacífico y a nivel global.