Tras el desalojo de la toma Edén de Lajarilla en Viña del Mar, región de Valparaíso, el abogado del dueño del predio, Waldo del Villar, ha asegurado que el propietario, José Massú, ya ha efectuado el reforzamiento perimetral de la parcela. Esta acción se produce luego de que cerca de 90 familias abandonaran voluntariamente el terreno usurpado, tras la llegada de 120 efectivos policiales para cumplir la orden judicial de desalojo.
Sin embargo, el delegado presidencial regional de Valparaíso, Yanino Riquelme, criticó la actuación de Massú, señalando que llegó una hora después del inicio del lanzamiento, con solo la compañía de dos personas y sin maquinaria, calificando su actuar como «inaceptable».
En respuesta a esto, Waldo del Villar argumentó que se le ha dado demasiada importancia al trabajo de las maquinarias, recalcando que gran parte de la toma fue desmantelada por los propios ocupantes ilegales, quienes se llevaron los materiales a medida que pudieron.
Por su parte, Camila Estay, directora de la Dirección de Desarrollo Comunitario del municipio de Viña del Mar, informó que ya se han identificado los grupos familiares de mayor vulnerabilidad social y se han habilitado espacios transitorios de acogida para ellos. Cabe destacar que la mayor parte de los ocupantes ilegales se trasladaron a hogares de su red de apoyo, siendo tan solo cerca de 10 personas las que se movilizaron a los albergues dispuestos por el municipio.
Este desalojo pone de manifiesto la complejidad de la situación habitacional en la región, donde las autoridades se ven enfrentadas a la necesidad de encontrar soluciones equilibradas que atiendan tanto a los derechos de propiedad como a las necesidades de las familias más vulnerables. La colaboración entre el dueño del terreno y el municipio será clave para garantizar una transición ordenada y justa para todos los involucrados.
