En los últimos años, el mundo del rodeo chileno se ha visto sacudido por una ola de robos sin precedentes. Desde el robo de aperos de huaso, como monturas, estribos y espuelas, hasta el abigeato, el hurto de caballos de alto valor, este fenómeno ha provocado millonarias pérdidas y un profundo malestar en la comunidad.
La Epidemia de Robos de Aperos de Huaso
Según Mateo Rodríguez, secretario general de la Federación de Criadores, el robo de aperos de huaso ha crecido un 1.000% en los últimos cinco años. Estos robos, que antes eran esporádicos, se han convertido en un fenómeno constante y generalizado en todo el país. Alfredo Moreno, presidente de la Federación del Rodeo Chileno, describe la situación como «impresionante», con robos que pueden llegar a los $20 o $30 millones en pérdidas.
Los aperos de huaso, que incluyen elementos clave como monturas, estribos, espuelas y frenos, son bienes de alto valor económico y sentimental para los practicantes del rodeo. Según Moreno, «además de las pérdidas económicas, se trata de cosas tradicionales y únicas, que no se pueden reemplazar fácilmente».
El Robo de Caballos: Una Amenaza Adicional
Pero los problemas del mundo del rodeo no se limitan al robo de aperos. El abigeato, el hurto de caballos, también se ha convertido en una preocupación creciente. Rodríguez señala que un caballo puede costar desde $5 millones hasta $30 millones, dependiendo de su especialidad. Estos animales, que a menudo son vistos como una forma de ahorro por parte de los propietarios, se han convertido en un blanco apetecible para los ladrones.
Medidas para Combatir la Epidemia
Ante esta situación, la comunidad del rodeo chileno ha tomado medidas para intentar frenar esta ola de robos. Algunas de las acciones incluyen el refuerzo de la seguridad en las instalaciones, la implementación de sistemas de vigilancia y la colaboración estrecha con las autoridades. Sin embargo, el desafío sigue siendo enorme, y se requiere un esfuerzo conjunto de toda la comunidad para proteger el legado y la tradición del rodeo chileno.
El robo es constante, es permanente. Lo más peligroso que veo es que la mayoría de la gente hoy en día está llevando las cosas a sus casas, entonces está el riesgo de que el ladrón pase desde la pieza de montura a la casa.
– Mateo Rodríguez, secretario general de la Federación de Criadores.