Chile enfrenta una serie de retos estructurales que lo mantienen a medio siglo de distancia de ser considerado un país desarrollado según los indicadores de la OCDE. Economistas y expertos señalan que la falta de productividad, las trabas burocráticas, la complejidad tributaria y la fragmentación política han contribuido al estancamiento económico del país.
Oportunidad perdida hace una década
Según los expertos consultados, Chile perdió una gran oportunidad hace aproximadamente una década, cuando contaba con un manejo y política fiscal que lo colocaban en camino a dar ese salto de desarrollo. Sin embargo, factores como la reforma tributaria de 2014 y la falta de diversificación productiva han retrasado ese objetivo.
Desafíos clave para el desarrollo
Uno de los principales retos es impulsar la productividad de la economía chilena, la cual se ha visto rezagada en comparación con otros países de la región. Esto requiere diversificar y complejizar los sectores productivos, más allá de la dependencia de las exportaciones de materias primas.
Asimismo, es necesario simplificar el sistema tributario, que actualmente se considera excesivamente complejo, y reducir las trabas burocráticas que dificultan la actividad empresarial. Esto, junto con fortalecer la institucionalidad y la gobernanza, podría impulsar la inversión y el crecimiento económico.
Rol del Estado y el pacto fiscal
El Gobierno ha reconocido la necesidad de avanzar en la tramitación del pacto fiscal, que busca modernizar el sistema tributario y promover una mayor equidad y eficiencia. Sin embargo, este proceso se encuentra fragmentado en diferentes comisiones del Congreso, lo que dificulta su implementación oportuna.
Expertos como Alejandro Weber, exsubsecretario de Hacienda, señalan que se requiere un cambio más severo de la política fiscal en Chile para impulsar el desarrollo. Esto implica no solo reformas tributarias, sino también mejorar la calidad del gasto público y fortalecer la inversión en áreas clave como educación, innovación y infraestructura.
Recuperación del consumo y el crecimiento
Otro factor relevante es la recuperación del consumo interno, que ha mostrado señales de mejora en los últimos trimestres, impulsado por eventos como el Black Friday. Sin embargo, aún se encuentra lejos de ser el motor que necesita la economía para repuntar de manera sostenida.
En resumen, Chile enfrenta desafíos estructurales que le impiden acortar la brecha de 50 años para ser considerado un país desarrollado. La clave está en impulsar la productividad, simplificar el sistema tributario, reducir las trabas burocráticas y fortalecer la institucionalidad y la gobernanza. Solo así podrá aprovechar las oportunidades que se le presentan y alcanzar los estándares de la OCDE en las próximas décadas.