En una decisión unánime, el Consejo del Banco Central de Chile ha reducido la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 25 puntos base, llevándola del 5,25% al 5%. Esta es la última medida de política monetaria del año, a la espera de la próxima decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed).
Según el comunicado oficial, el panorama inflacionario de corto plazo se ha tornado más desafiante, producto de mayores presiones de costos que harán que la inflación fluctúe en torno al 5% durante el primer semestre de 2025. No obstante, el Banco Central confía en que la debilidad de la demanda interna mitigará estas presiones en el mediano plazo.
A nivel internacional, el ente emisor destaca que la actividad en Estados Unidos muestra resiliencia, mientras que China continúa dando señales de debilidad, lo que ha impactado en la caída del precio del cobre. Además, señala un aumento de la incertidumbre por factores como tensiones bélicas, temores fiscales y la posible reconfiguración del comercio internacional.
En el mercado local, el sector financiero se ha ido acoplando a las tendencias internacionales, con tasas de interés de corto y largo plazo algo mayores y el peso depreciado alrededor del 6%. Los recortes de la TPM se han transmitido a las tasas de interés de las colocaciones bancarias, mientras que el crédito bancario se mantiene débil, especialmente en su componente comercial.
Para el Consejo del Banco Central, el balance de riesgos respecto a la inflación se ha movido al alza en el corto plazo, lo que revela la necesidad de cautela en futuras decisiones. Así, irán acumulando información sobre la evolución de la economía para definir cuándo bajarán la tasa de interés en los próximos trimestres.
Según el analista jefe de Admirals, Felipe Sepúlveda, el Banco Central actuará de manera similar al presente año, pero con un poco más de cautela ante posibles riesgos como una guerra comercial entre China y Estados Unidos o riesgos políticos latentes.