Marisa Paredes, una de las figuras más icónicas del cine español, ha fallecido a los 78 años. Su muerte ha conmocionado a la industria cinematográfica y a la sociedad española, que la recordarán como una artista comprometida y una verdadera leyenda.
Nacida en Madrid en 1946, Paredes construyó una carrera excepcional que abarcó más de seis décadas en el teatro, el cine y la televisión. Fue una de las actrices más reconocidas de su país, destacándose por su colaboración con el aclamado director Pedro Almodóvar, con quien protagonizó algunas de sus películas más emblemáticas, como Tacones lejanos (1991) y La flor de mi secreto (1996).
Una Trayectoria Marcada por el Compromiso y la Excelencia
Más allá de su talento interpretativo, Marisa Paredes se destacó por su compromiso con el cine español y su defensa de la democracia. Fue presidenta de la Academia de Cine y recibió el prestigioso Goya de Honor en 2018 por su contribución al séptimo arte.
Desolado por la noticia del fallecimiento de Marisa Paredes, una de las actrices más importantes que ha dado nuestro país. Su presencia en cine y teatro y su compromiso con la democracia serán un ejemplo para generaciones posteriores
, expresó el presidente de España, Pedro Sánchez.
Una Carrera Trascendental más allá de las Fronteras
Si bien Paredes era una figura icónica del cine español, su talento trascendió las fronteras de su país. Trabajó con destacados cineastas internacionales, como Guillermo del Toro, Roberto Benigni, Arturo Ripstein, Amos Gitai, Daniel Schmid, Raoul Ruiz y Manoel de Oliveira.
A lo largo de su prolífica carrera, Marisa Paredes recibió numerosos premios y distinciones, entre ellos el Premio Nacional de Cinematografía en 1996 y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2007.
Su legado como actriz y defensora de la democracia la convierte en un ejemplo a seguir para las generaciones futuras. El cine español y la sociedad española lamentan profundamente la pérdida de esta leyenda viviente.