El caso del niño de 10 años que sufrió graves lesiones tras quedar empalado en la Escuela Cervantes Básica en Santiago será objeto de una investigación exhaustiva por parte del Tribunal de Familia. Esto se debe a que el denunciado es un menor de 12 años, lo que lo convierte en inimputable según la ley.
Más allá de las versiones iniciales, este caso reviste una gran complejidad y requiere un análisis profundo para determinar con precisión lo ocurrido y garantizar la protección del menor afectado. La madre del niño acusa que se trató de un episodio de bullying, mientras que la escuela lo califica como un accidente escolar durante un juego de fútbol.
Investigación Exhaustiva en Manos del Tribunal de Familia
Tras la denuncia presentada por la madre del menor por el delito de lesiones graves gravísimas, el caso fue transferido desde la Fiscalía Centro Norte al Tribunal de Familia, dado que el denunciado es también un niño.
Desde el tribunal, se llevará a cabo una investigación minuciosa para determinar con precisión las circunstancias que rodearon este incidente y establecer si hubo o no intencionalidad en las acciones que provocaron las graves lesiones sufridas por el menor.
Protección Integral del Menor Afectado
Más allá de las acusaciones iniciales, el Tribunal de Familia tendrá la responsabilidad de velar por el bienestar y la seguridad del niño afectado. Esto incluirá la evaluación de su estado de salud, el seguimiento de su tratamiento y la implementación de medidas de apoyo psicológico y social, si fuera necesario.
La prioridad en este caso es garantizar la protección integral del menor y determinar con precisión lo ocurrido, más allá de las versiones iniciales
, señaló un portavoz del tribunal.
Rol de la Escuela y la Comunidad Educativa
La Dirección de Educación Municipal (DEM) de Santiago ha indicado que, según su evaluación, no habría intencionalidad en los hechos que causaron las lesiones del niño. Sin embargo, el Tribunal de Familia también analizará el papel de la escuela y la comunidad educativa en la prevención y manejo de situaciones de violencia o acoso escolar.
Será crucial determinar si existían protocolos adecuados para la supervisión y seguridad de los estudiantes, así como la implementación de programas de convivencia escolar y de prevención del bullying.
Conclusión: Verdad y Protección como Prioridades
Este caso pone de manifiesto la importancia de investigar a fondo los incidentes que involucran a menores de edad, más allá de las versiones iniciales. El Tribunal de Familia tendrá la responsabilidad de desentrañar la verdad y garantizar la protección integral del niño afectado, independientemente de las acusaciones o calificaciones preliminares.
Solo a través de una investigación exhaustiva y un enfoque centrado en el bienestar del menor, se podrá alcanzar una resolución justa y efectiva que permita prevenir situaciones similares en el futuro.
