Científicos de la Universidad Austral de Chile (UACh) han comprobado la presencia de olas de calor marinas extremas en la Antártida, un fenómeno que ha provocado un deshielo cercano al 60% en el norte de la península antártica. Estos hallazgos tienen serias implicaciones ambientales y económicas para la región.
El estudio, liderado por el Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes de la UACh, surgió de la preocupación de los investigadores por el fuerte impacto de los cambios ambientales en esta zona aislada del planeta. Desde 2017, han realizado un exhaustivo monitoreo de la temperatura superficial del mar a 10 metros de profundidad, instalando sensores en cuatro puntos de la Bahía Maxwell de la península antártica. Además, han utilizado focas de Weddell equipadas con sensores oceanográficos para acceder a áreas remotas y de difícil acceso.
Eventos de Calor Extremo y Deshielo Acelerado
Según la oceanógrafa física Andrea Piñones, investigadora del Centro IDEAL y jefa del proyecto, los datos recopilados han permitido identificar eventos de olas de calor marinas severos y de larga duración entre el otoño e invierno austral en los últimos cuatro años. Estos eventos han provocado un aumento de hasta 1,3 grados Celsius por encima del promedio histórico en la temperatura máxima del agua, lo que ha acelerado el deshielo en la zona.
Además, los investigadores han observado un retroceso significativo del hielo marino, con una cobertura de solo el 20% en otoño e invierno, cuando en décadas anteriores alcanzaba el 80% en la bahía. Este cambio drástico en la extensión del hielo tiene un impacto directo en el krill, una especie clave para toda la cadena trófica de la Antártida.
Impactos en la Biodiversidad y la Economía
Con el deshielo en la zona norte de la península antártica, el desplazamiento del krill hacia zonas más australes tendrá consecuencias para otras especies como pingüinos, focas y cetáceos. Según Piñones, esto afectaría tanto a las pesquerías de krill como al turismo, ya que la presencia de los visitantes que acuden a la región para apreciar la vida silvestre se reduciría o incluso desaparecería.
Esto, según estimó Piñones, provocaría también impactos económicos tanto en las pesquerías de krill como en el turismo, ya que la presencia de los visitantes que van a esa zona a apreciar tales formas de vida se reduciría o bien desaparecería del lugar.
Ante esta situación, los investigadores han presentado solicitudes para la conservación de un espacio marino antártico en instancias internacionales, pero hasta el momento no han sido acogidas. Urge una acción coordinada a nivel global para proteger este frágil y valioso ecosistema, que se enfrenta a una amenaza sin precedentes.
Llamado a la Acción Internacional
Los hallazgos de este estudio de la Universidad Austral de Chile son una alerta contundente sobre los efectos devastadores del cambio climático en la Antártida. Esta región, considerada un laboratorio natural para comprender los impactos del calentamiento global, requiere una respuesta urgente y coordinada de la comunidad internacional para preservar su delicado equilibrio ecológico y las oportunidades económicas que ofrece.
Es crucial que los líderes mundiales y las organizaciones ambientales tomen medidas decisivas para proteger la Antártida y mitigar los efectos de las olas de calor marinas. Solo así podremos asegurar la supervivencia de este ecosistema único y preservar su invaluable riqueza natural y cultural para las generaciones futuras.
