Observar las nubes es una actividad que muchos disfrutan, pero pocos saben que detrás de esas formas cambiantes y etéreas existe toda una ciencia de clasificación y nomenclatura. Desde principios del siglo XIX, los meteorólogos han estudiado y catalogado los diferentes tipos de nubes, estableciendo una taxonomía detallada que nos permite identificar y nombrar cada una de ellas.
Según el Atlas Internacional de Nubes, la versión más reciente de 2017, existen 10 géneros, 15 especies, 9 variedades, 11 rasgos suplementarios y 4 nubes accesorias. Cada una de estas categorías se define por características como la altitud, la forma, la textura y el comportamiento de las nubes.
Nubes Altas
En la parte superior de la troposfera, encontramos tres géneros de nubes altas:
Cirrus: Nubes blancas y delicadas, con un aspecto fibroso y sedoso, que se presentan separadas en filamentos o bandas estrechas.
Cirrocumulus: Nubes finas y blancas, agrupadas en bancos o capas uniformes, compuestas de pequeños elementos en forma de gránulos u ondulaciones.
Cirrostratus: Capas nubosas transparentes y blanquecinas, que a menudo generan fenómenos ópticos como halos.
Nubes Medias
En la zona media de la troposfera, se encuentran tres géneros de nubes:
Altocumulus: Bancos, bandas o capas de nubes blancas o grises, formadas por masas redondeadas, rodillos o losetas, que pueden tener un aspecto fibroso o difuso.
Altostratus: Capas de nubes grisáceas o azuladas, con un aspecto estriado, fibroso o uniforme, que cubren total o parcialmente el cielo.
Nimbostratus: Nubes grises y oscuras, con un aspecto de velo, que producen precipitaciones continuas de lluvia o nieve.
Nubes Bajas
En la parte inferior de la troposfera, encontramos cuatro géneros de nubes bajas:
Stratocumulus: Bandas o capas de nubes blancas, grises o una combinación de ambas, formadas por masas redondeadas, losetas o rodillos.
Stratus: Nubes grises de base uniforme, que suelen estar acompañadas de llovizna, nieve ligera o cinarra.
Cumulus: Nubes de apariencia separada pero densa, con contornos definidos y formas verticales, como protuberancias, cúpulas o torres.
Cumulonimbus: Nubes voluminosas y densas, con un desarrollo vertical significativo, que adoptan formas similares a montañas o grandes torres, y pueden generar precipitaciones intensas.
Cada uno de estos géneros se divide en especies, variedades y rasgos suplementarios, que permiten una clasificación aún más detallada de las nubes. Así, los meteorólogos y entusiastas de la observación pueden identificar y nombrar con precisión cada tipo de nube que se presenta en el cielo.
La clasificación científica de las nubes nos permite apreciar la riqueza y diversidad de este fenómeno natural, y nos ayuda a comprender mejor los procesos atmosféricos que dan forma a nuestro cielo cambiante.