La comunidad de Puchuncaví se ha unido para hacer frente al megaproyecto inmobiliario Maratué, que planea construir 14,000 viviendas en la zona en un plazo de 45 años. Tras la aprobación del proyecto por parte de la Comisión de Evaluación Ambiental, la Agrupación Salvemos Quirilluca ha iniciado una arremetida judicial para detener esta iniciativa, que consideran una amenaza para el medioambiente local.
La estrategia legal de la agrupación incluye dos acciones principales: un recurso de reclamación para impugnar la aprobación del proyecto y una solicitud de invalidación para anular el permiso ambiental otorgado a la empresa. Según el abogado de la ONG Defensa Ambiental, Ricardo Frez, el proyecto no garantiza que no generará un daño ambiental significativo en la zona.
Por su parte, Marta Aravena, integrante de Salvemos Quirilluca, afirma que están trabajando en conjunto con el equipo de Defensa Ambiental para presentar todos los recursos legales necesarios. Además, aseguran contar con apoyo nacional e internacional en su lucha por proteger el medioambiente.
Preocupación por la Destrucción del Santuario de la Naturaleza
Los dirigentes medioambientales han criticado fuertemente la implementación de este proyecto, argumentando que representaría una grave destrucción del entorno natural y que el sector de Santuario de la Naturaleza se vería seriamente afectado.
Según lo comunicado por el abogado Frez, existe un plazo establecido hasta la primera quincena de diciembre de 2024 para presentar estas acciones judiciales. La comunidad de Puchuncaví está decidida a agotar todos los recursos legales disponibles para detener este megaproyecto que amenaza el delicado equilibrio ecológico de la zona.
La Lucha por un Desarrollo Sostenible
La batalla legal emprendida por Salvemos Quirilluca representa un esfuerzo por encontrar un equilibrio entre el desarrollo económico y la preservación del medioambiente. Estos vecinos están dispuestos a defender su territorio y el Santuario de la Naturaleza, cuya protección consideran fundamental para el bienestar de la comunidad y las generaciones futuras.
La resolución de este conflicto tendrá implicaciones significativas para la región, sentando un precedente sobre cómo deben evaluarse y aprobarse los proyectos de gran envergadura que puedan tener un impacto ambiental considerable. La comunidad de Puchuncaví espera que su voz sea escuchada y que se priorice la sostenibilidad por sobre los intereses económicos a corto plazo.