Domitila Cuyul, maestra de paz del pueblo Huilliche, falleció a los 97 años de edad, dejando un legado invaluable para la comunidad de Chiloé. Reconocida en 2014 como Tesoro Humano Viviente por la UNESCO, Cuyul se destacó por su labor en la preservación de las tradiciones y ceremonias ancestrales de su pueblo.
Nacida en el sector rural de Chaildad, Cuyul se convirtió en una figura emblemática dentro de la cultura Huilliche, perpetuando ritos como la rogativa marina, el guillatún, la ceremonia de nombramiento de los lonkos y el We tripantu o año nuevo mapuche. Su compromiso con la transmisión de estos conocimientos ancestrales la convirtió en una maestra de paz respetada y admirada por su comunidad.
Reconocimiento como Tesoro Humano Viviente
En 2014, durante el gobierno de Michelle Bachelet, Domitila Cuyul recibió la distinción de Tesoro Humano Viviente por parte de la UNESCO. Esta distinción reconoce a individuos que encarnan y transmiten el patrimonio cultural inmaterial de sus comunidades, convirtiéndose en portadores vivos de tradiciones y conocimientos.
Cuyul representaba el sincretismo cultural del territorio chilote, heredado del contacto indígena-hispano
, destacó el alcalde de Quellón, Cristián Ojeda, al lamentar la pérdida de esta figura emblemática.
Legado y Reconocimientos
Además de su labor como maestra de paz, Domitila Cuyul recibió otros reconocimientos a lo largo de su vida. En 2016, durante el gobierno de la época, se le otorgó una pensión de gracia en reconocimiento a su trayectoria y contribución a la preservación de la cultura Huilliche.
La muerte de Domitila Cuyul ha conmovido profundamente a la comunidad de Chiloé, llevando a la Municipalidad de Quellón a declarar tres días de duelo comunal. Su legado como maestra de paz y guardiana de las tradiciones ancestrales del pueblo Huilliche permanecerá vivo en el corazón y la memoria de quienes tuvieron el privilegio de conocerla y aprender de ella.