La devastadora ofensiva militar israelí en Gaza ha cobrado un precio abrumador, con el número de palestinos muertos superando los 69.000, según las últimas cifras oficiales. Este sombrío hito se alcanzó después de que el Ministerio de Salud del enclave agregara a casi 300 víctimas adicionales a la estadística acumulativa, cuyas muertes aún no habían sido registradas.
La tragedia de los «desaparecidos»
Según el director de la unidad de Salud a cargo del recuento de fallecidos, Zaher al Waheidi, algunas de estas víctimas fueron enterradas sin pasar por los hospitales, mientras que otras permanecen bajo los escombros de los bombardeos. «Algunos llegaron a los hospitales, pero no tenemos registros de ellos», explicó al Waheidi, revelando la dificultad de mantener un registro preciso en medio del caos y la devastación.
Continúa la espiral de violencia
Desde que entró en vigor el alto al fuego el 10 de octubre, 241 palestinos han muerto en ataques israelíes, y 614 han resultado heridos. Los rescatistas de Gaza han logrado recuperar los cadáveres de 522 personas de entre los escombros y otros lugares de difícil acceso.
Implicaciones a largo plazo
Esta escalada de violencia y la pérdida masiva de vidas tendrán un impacto devastador a largo plazo en la sociedad y la economía de Gaza. Los expertos advierten que la reconstrucción y la curación de las heridas emocionales serán procesos largos y complejos, que requerirán una atención y un apoyo internacional sostenidos.
La comunidad internacional debe actuar con urgencia para poner fin a este ciclo de violencia y brindar asistencia humanitaria a la población civil de Gaza, que sigue sufriendo las consecuencias de este conflicto sin fin.