En medio de las crecientes tensiones en el Caribe, un informe del The New York Times ha revelado que Estados Unidos ha concentrado tres aviones de ataque en el principal aeropuerto internacional de El Salvador. Esta acción se produce en paralelo al despliegue naval que el país norteamericano ha llevado a cabo en la región, justificado en la lucha contra los carteles de narcotráfico.
Según el reporte, los aviones en cuestión incluyen un AC-130J Ghostrider, diseñado para ataques terrestres y marítimos mediante misiles y ametralladoras, un P-8A de la Marina y un C-40 Clipper. Estos aparatos habrían llegado a El Salvador en agosto, justo antes del aumento de la presencia naval estadounidense frente a las costas de Venezuela.
Misiones Antinarcóticos en la Región
Dos oficiales militares estadounidenses, que hablaron bajo anonimato, confirmaron al Times que la presencia de estos aviones está relacionada con el incremento de las misiones antinarcóticos en la región del Caribe. De hecho, según los mensajes de radio entre los pilotos y los controladores aéreos, el P-8A ha realizado seis misiones fuera de El Salvador, mientras que los otros dos aviones han tenido una cada uno.
¿Qué Busca EEUU en el Caribe?
La creciente actividad militar estadounidense en el Caribe se produce en un momento de tensión geopolítica. Según informes, Estados Unidos espera que en los próximos días se una a su flota en la región el portaaviones Gerald R. Ford, considerado el más grande y poderoso de su clase.
Hasta ahora, el país norteamericano ha informado de 19 ataques a embarcaciones en el Caribe, que han dejado 69 muertos. Estas acciones se enmarcan en la supuesta lucha contra el narcotráfico, pero algunos expertos cuestionan si el verdadero objetivo es ejercer mayor control geopolítico sobre una zona estratégica.
Implicaciones y Preguntas Pendientes
La concentración de aviones militares estadounidenses en El Salvador plantea interrogantes sobre las verdaderas intenciones de Washington en la región. ¿Hasta qué punto esta presencia está justificada en la lucha antinarcóticos? ¿O responde a una estrategia geopolítica más amplia de proyección de poder en el Caribe? Estas son algunas de las cuestiones que surgen y que merecen un análisis más profundo.
Lo que está claro es que la tensión en la zona se ha incrementado, y la actividad militar de Estados Unidos parece ir más allá de las operaciones antidrogas. El futuro dirá si esta concentración de aviones en El Salvador es solo el comienzo de una mayor implicación estadounidense en los asuntos del Caribe.