El cierre de Gobierno de Estados Unidos ha alcanzado un hito histórico, igualando el récord como el más largo de la historia. Este martes, el «apagón» gubernamental cumple 35 días, empatando la marca establecida entre diciembre de 2018 y enero de 2019 durante el primer mandato del expresidente Donald Trump.
Según medios estadounidenses como NBC News, es «casi seguro» que el enfrentamiento entre Trump y los líderes demócratas del Congreso se extienda hasta mañana, superando así el récord anterior. El senador republicano por Luisiana, John Kennedy, declaró al citado medio que, si bien no le sorprende, «me decepciona» el prolongado cierre que está en desarrollo.
Consecuencias devastadoras para millones
Las consecuencias de este apagón, conocido como «shutdown» en EEUU, se han vuelto cada vez más evidentes y alarmantes. Cientos de miles de empleados federales civiles no están recibiendo sus salarios, obligándolos a recurrir a los bancos de alimentos locales para alimentar a sus familias.
Además, la escasez de controladores aéreos y agentes de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) ha empeorado las demoras en los vuelos en todo el país. Incluso, 42 millones de estadounidenses que dependen de los beneficios federales de asistencia alimentaria a través del Programa Asistencial de Nutrición Suplementaria (SNAP) recibirán solo la mitad de su beneficio mensual en noviembre.
Negociaciones políticas estancadas
El fracaso de las negociaciones entre republicanos y demócratas para acordar un presupuesto en el Congreso ha desembocado en este prolongado cierre de Gobierno, que ha afectado gravemente los servicios de diferentes entidades gubernamentales.
Según el líder de la minoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, las «historias vistas durante este fin de semana fueron vergonzosas y repugnantes», refiriéndose a la gente desbordando los bancos de alimentos y maestros pagando de su propio bolsillo para dar comida extra a sus alumnos.
¿Cuándo se resolverá esta crisis?
Lamentablemente, no hay señales claras de que los líderes políticos puedan llegar a un acuerdo pronto. Mientras tanto, millones de estadounidenses continúan sufriendo las consecuencias de este prolongado cierre de Gobierno, que parece no tener fin a la vista.