El prestigioso Museo del Louvre, uno de los más importantes del mundo, ha sido sacudido por un informe que revela graves fallas de seguridad que lo han expuesto a robos millonarios. Según la investigación del diario francés Libération, el museo tenía problemas críticos tanto en su sistema informático como en la gestión de contraseñas, lo que permitía a delincuentes acceder fácilmente a los equipos de seguridad más sensibles.
Contraseñas Evidentes y Sistemas Obsoletos
Una auditoría realizada en 2014 por la Agencia Nacional de Seguridad de los Sistemas de Información (Anssi) descubrió que para acceder al servidor que controlaba las cámaras de vigilancia del Louvre, bastaba con teclear la contraseña «LOUVRE». Esto permitía a cualquier intruso tomar el control de los sistemas de protección y detección más críticos, como el control de accesos, las alarmas y la videovigilancia.
Además, la red informática del museo incluía «algunos sistemas obsoletos (Windows 2000)», lo que representaba una grave vulnerabilidad. La Anssi recomendó al Louvre crear contraseñas más complejas, corregir las vulnerabilidades de las aplicaciones y migrar los sistemas antiguos a versiones actualizadas.
Fallas Persistentes a Pesar de Advertencias
Lamentablemente, una segunda auditoría realizada en 2017 reveló que el Louvre no había resuelto adecuadamente estas fallas de seguridad. El documento, clasificado como «confidencial», «deploraba que se hayan podido constatar graves deficiencias en el dispositivo global», similares a las señaladas tres años antes.
Incluso el sistema de seguridad informatizado Sathi, adquirido a la empresa Thales, carecía de mantenimiento, con ocho programas que gestionaban aspectos clave como la videovigilancia y los controles de acceso, que «no se podían actualizar».
Consecuencias Devastadoras
Estas debilidades de seguridad tuvieron consecuencias devastadoras cuando, el 19 de octubre de 2025, cuatro delincuentes lograron ingresar al Louvre a plena luz del día y robar joyas de la corona francesa valoradas en 102 millones de dólares. Aunque inicialmente la ministra de Cultura francesa, Rachida Dati, había negado fallas en la seguridad, posteriormente tuvo que reconocer que «las fallas realmente existieron» y que se tomarían medidas urgentes para fortalecer la protección del museo.
Este incidente pone de manifiesto la importancia crítica de mantener sistemas de seguridad robustos y actualizados en instituciones que custodian un patrimonio cultural tan invaluable como el del Louvre. Es imperativo que se tomen acciones decisivas para corregir estas vulnerabilidades y evitar que se repitan ataques tan devastadores en el futuro.