En una historia conmovedora de superación, un hombre del Reino Unido recibió una «cara impresa en 3D» después de que su rostro quedara gravemente desfigurado en un accidente de tránsito. Dave Richards, de 75 años, sufrió fracturas en la espalda, la pelvis y varias costillas, además de quemaduras graves en un lado de la cara que afectaron su ojo, nariz y cuello.
El incidente ocurrió en 2021 cuando Dave iba en bicicleta con dos amigos y un conductor ebrio los embistió. «Quiso esquivarnos, pero venía un auto en sentido contrario, así que tenía que chocar con ellos o con nosotros», relató Dave al diario The Sun. El impacto dejó a Dave «atrapado» bajo el vehículo y «arrastrado», mientras el motor y el escape le quemaban un lado del cuerpo y el otro era «aplastado».
Una solución innovadora
Milagrosamente, Dave sobrevivió, pero los daños en su rostro eran devastadores. Los médicos tuvieron que remover parte de su ojo e intentaron un injerto libre en la zona afectada. «Tomaron tejido con arterias y venas y lo conectaron a mi cuello, cubriendo completamente un lado de mi cara. La cirugía fue un éxito, aunque tuve que someterme a dos operaciones adicionales para liberar tejido cicatricial», explicó.
Durante su recuperación en la unidad de quemados del Hospital Real de Bristol, Dave conoció a dos especialistas que le propusieron probar una prótesis facial. «Usaron moldes, impresiones de cera, muchas fotos y vaciados en yeso que cubrían mi nariz y boca; fue bastante invasivo», recordó Dave sobre el proceso.
Una nueva cara, una nueva vida
Finalmente, Dave recibió un aparato personalizado que coincidía con el tono de su piel, cabello y ojos. «Al principio me sentía muy vulnerable y evitaba las situaciones sociales. Me tomó tiempo aceptar mi nueva imagen y dejar de preocuparme por cómo me veían los demás. Pero he avanzado mucho», reflexionó.
La prótesis facial de Dave, impresa en 3D, se convirtió en la primera de su tipo implementada por el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS). Esta innovadora solución ha sido un hito en la reconstrucción facial y demuestra cómo la tecnología puede transformar la vida de quienes sufren lesiones devastadoras.