En un giro inesperado, la candidata independiente de izquierda, Catherine Connolly, ha sido elegida como la próxima presidenta de Irlanda. Connolly, de 68 años, ha derrotado a la exministra de Protección Social, Heather Humphreys, de la coalición de centroderecha del Fianna Fáil y el Fine Gael.
Según el recuento parcial de votos, Connolly ha obtenido un impresionante 60,7% de los sufragios, frente al 30,9% de Humphreys y el 8,4% del candidato conservador Jim Gavin, del Fianna Fáil, quien retiró su candidatura para apoyar a Humphreys.
Una Presidenta Progresista y Crítica
Connolly, conocida por sus posturas progresistas, ha sido una voz firme en contra de las políticas de la OTAN y ha denunciado sin rodeos lo que considera un «genocidio» en Gaza por los ataques de Israel. Además, ha comparado el gasto armamentístico de Alemania con el de la década de 1930 y ha votado en contra de varios tratados de la Unión Europea.
Para muchos, la victoria de Connolly representa un giro significativo en la política irlandesa, alejándose del establishment tradicional y dando voz a una perspectiva más izquierdista y crítica. «Catherine será presidenta para todos nosotros. Será mi presidenta y me gustaría desearle lo mejor de lo mejor», declaró la derrotada Heather Humphreys a la televisión pública irlandesa RTE.
Un Nuevo Capítulo para Irlanda
Connolly sucederá al poeta y exministro Michael D. Higgins, quien ha llegado al límite de dos mandatos. Como nueva presidenta, Connolly ha prometido viajar a Palestina para declarar en persona su apoyo a la población, lo que sin duda marcará un giro en la política exterior irlandesa.
La victoria de Connolly ha sido recibida con entusiasmo por los sectores más progresistas de la sociedad irlandesa, quienes ven en ella una oportunidad de impulsar un cambio significativo en la dirección del país. Sin duda, la presidencia de Connolly abrirá un nuevo capítulo en la historia de Irlanda.
