En un sorprendente giro de los acontecimientos, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos (EEUU) ha impuesto sanciones financieras al presidente de Colombia, Gustavo Petro, a quien su homólogo estadounidense, Donald Trump, acusó de ser un «líder del narcotráfico». Junto a Petro, también fueron sancionados la primera dama, Verónica Alcocer, su hijo Nicolás Petro y el ministro colombiano del Interior, Armando Benedetti.
Todos ellos fueron incluidos en la lista de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, según sus siglas en inglés), conocida como la ‘Lista Clinton’, lo que significa que quedan bloqueados todos sus activos y propiedades en Estados Unidos, y se prohíbe hacer transacciones con ellos.
Una «Paradoja» en la Guerra Contra el Narcotráfico
Petro calificó esta medida como una «paradoja», atribuyéndola a su lucha eficaz contra el narcotráfico durante décadas. «Luchar contra el narcotráfico durante décadas y con eficacia me trae esta medida del gobierno de la sociedad que tanto ayudamos para detener sus consumos de cocaína», escribió el mandatario en su cuenta de X (anteriormente Twitter).
Según Petro, la amenaza del senador republicano de origen colombiano, Bernie Moreno, se ha cumplido. En una reciente entrevista con Fox News, Moreno había adelantado la posibilidad de estas sanciones en contra del presidente colombiano.
Escalada de Tensiones entre EEUU y Colombia
La noticia llega en un momento en que los lazos entre Bogotá y Washington, históricamente sólidos en comercio, cooperación militar y asistencia económica, atraviesan uno de sus peores momentos desde que Trump regresó a la Casa Blanca en enero.
El domingo pasado, el mandatario estadounidense acusó a Petro de ser «un líder del narcotráfico» y anunció el fin de la ayuda financiera a Colombia, alegando su supuesta inacción frente a la lucha antidrogas. Posteriormente, el miércoles, Trump lo llamó «un matón», «un mal tipo» y lo tildó de «narcotraficante», advirtiendo que podría tomar «medidas muy serias» contra el país.
Washington también anunció que ya ha suspendido todos los pagos y subsidios a Bogotá e informó sobre dos nuevos ataques a lanchas en el Pacífico, cerca de las costas colombianas, que supuestamente transportaban droga. Petro calificó estos ataques estadounidenses como «ejecuciones extrajudiciales» que «rompen el derecho internacional».
Implicaciones y Perspectivas
Esta escalada de tensiones entre Colombia y EEUU en torno a la lucha antidrogas plantea interrogantes sobre el futuro de la cooperación bilateral y las estrategias para abordar el complejo problema del narcotráfico. Mientras Petro defiende su enfoque, Trump y su administración parecen adoptar una postura más confrontacional, con graves consecuencias potenciales para ambos países.
A medida que se desarrollen los acontecimientos, será crucial observar cómo se resuelve esta crisis diplomática y cómo impactará en la seguridad regional, la economía y las relaciones internacionales de Colombia.