En un caso que ha conmocionado a la comunidad de Chillán, un hombre de 35 años ha sido condenado por violar de manera reiterada a su propia hija de 12 años. La Fiscalía, liderada por el persecutor Florentino Bobadilla, logró probar los delitos que ocurrieron entre abril y noviembre de 2023 en el domicilio familiar.
La relación de parentesco entre el agresor y la víctima agravó aún más la situación, según explicó el fiscal. «Esta relación de parentesco, padre e hija, hacen esta situación mucho más grave y fue lo que el Ministerio Público también intentó probar en este juicio».
Tras la presentación de las pruebas, el tribunal adquirió la convicción de un veredicto condenatorio. Ahora, el Ministerio Público pide una pena de 20 años de presidio mayor en su grado máximo para el violador, cuya lectura de sentencia se dará el próximo 3 de noviembre.
Este caso pone de manifiesto la importancia de denunciar y perseguir enérgicamente los delitos de abuso sexual intrafamiliar, que a menudo quedan ocultos. La Fiscalía ha demostrado su compromiso de llevar ante la justicia a quienes cometen estos crímenes aberrantes, sin importar los vínculos familiares.
Si bien nada podrá reparar el daño causado a la víctima, esta condena envía un mensaje claro de que la sociedad no tolerará este tipo de abusos y que los perpetradores enfrentarán las consecuencias de sus actos.