El proyecto de ley de Sala Cuna Universal, una de las principales promesas del presidente Gabriel Boric, avanza en el Senado con suma urgencia. Sin embargo, un reciente estudio de Libertad y Desarrollo ha revelado varias deficiencias en su financiamiento y los riesgos que podría generar en el mercado laboral.
Según el documento, el nuevo fondo de Sala Cuna Universal se financiaría principalmente con una cotización adicional del 0,3% a cargo del empleador, lo que cubriría más del 80% de los ingresos del sistema, mientras que el aporte fiscal solo alcanzaría un 16%. Esta estructura presenta riesgos de sostenibilidad, ya que el número de beneficiarios podría estar subestimado y el costo real del servicio ser mayor al calculado por el Ejecutivo.
Brecha entre aporte y costo real
El estudio también advierte una brecha entre el aporte estimado de 5,2 UTM y el costo promedio de una sala cuna, que supera los 476 mil pesos mensuales. Esa diferencia tendría que ser asumida por los empleadores, llegando en algunas regiones a copagos de hasta 167 mil pesos.
La economista Ingrid Jones explicó que el modelo del Gobierno no garantiza equilibrio financiero, ya que el fondo podría quedarse corto si aumenta la demanda o suben los precios del servicio. Además, señaló que, aunque una parte del financiamiento se tomaría del Seguro de Cesantía, dos tercios corresponderían a una nueva cotización, lo que implica un costo adicional para las empresas.
Impacto en el empleo formal
Por su parte, el abogado e investigador Esteban Ávila advirtió que elevar nuevamente las cotizaciones de cargo del empleador podría tener un efecto contractivo en el empleo formal, sobre todo en sectores intensivos en mano de obra o con salarios más bajos.
«En la práctica, los mayores costos laborales tienden a trasladarse a los salarios mediante menores ajustes reales o a través de la reducción de la creación de menos puestos de trabajo», explicó Ávila.
Alternativas de financiamiento
Como alternativa, los expertos plantean redirigir parte del financiamiento desde el Seguro de Cesantía y focalizar el apoyo estatal en los hogares vulnerables, para evitar que las pymes y los empleadores de bajos ingresos asuman copagos elevados.
El estudio concluye que, aunque la sala cuna universal podría impulsar la participación laboral femenina, el diseño financiero actual genera incertidumbre y podría poner en riesgo su viabilidad a mediano plazo.