Las cooperativas de crédito y ahorro en Chile, agrupadas en Coopera, se han visto seriamente afectadas por la reciente normativa que obliga a utilizar el prefijo 600 (o 809) para todas las llamadas comerciales y de atención al cliente. Según Alex Figueroa, presidente de Coopera y gerente general de Detacoop, esta medida les está dificultando mantener el vínculo directo que tradicionalmente han tenido con sus socios.
Caída en la «Contactabilidad»
Figueroa explica que «hoy prácticamente nadie contesta cuando ve un número 600», lo que ha provocado una disminución en la «contactabilidad» que ronda el 50% e incluso llega al 60% en algunas instituciones. Esta desconexión no solo dificulta las gestiones cotidianas, sino que también podría generar «implicaciones financieras» ante la menor contactabilidad y, por tanto, un posible encarecimiento de los créditos.
Llamados a Suspender Temporalmente la Obligatoriedad
Desde Coopera, han planteado al regulador la posibilidad de «suspender transitoriamente la obligatoriedad» del uso de los prefijos 600 y 809, mientras se evalúan alternativas que permitan distinguir el tipo de llamada y recuperar la confianza del usuario. Figueroa considera que «lo razonable sería buscar un sistema que permita identificar claramente si la llamada es comercial, informativa o de cobranza», ya que actualmente «todo está mezclado en un mismo saco; y eso genera confusión y desconfianza».
Las cooperativas de crédito en Chile se caracterizan por mantener una relación cercana y directa con sus socios, por lo que esta nueva normativa les está suponiendo un importante desafío para preservar esos vínculos esenciales.