El dolor de espalda es una de las principales causas de discapacidad a nivel mundial, y se estima que para 2050 habrá más de 800 millones de personas viviendo con este problema. Sin embargo, los expertos aseguran que el envejecimiento, la obesidad y el sedentarismo no tienen por qué condenarnos a sufrir dolores crónicos. Con los hábitos adecuados, podemos prevenir y reducir significativamente estas molestias.
Con motivo del Día Internacional de la Columna Vertebral, la presidenta de la Sociedad Española de Columna Vertebral (GEER), Felisa Sánchez Mariscal, ha compartido 10 recomendaciones clave para proteger nuestra espalda a cualquier edad. Desde ejercicios específicos hasta cuidados posturales, estos consejos pueden marcar la diferencia en nuestra calidad de vida.
Ejercicio, Fuerza y Dieta: Claves para una Columna Sana
En primer lugar, los expertos enfatizan la importancia de mantener una actividad física regular. Caminar al menos 30 minutos al día o practicar ejercicios aeróbicos suaves como nadar o montar en bicicleta pueden ayudar a prevenir el sedentarismo, uno de los principales factores de riesgo.
Además, los ejercicios de fortalecimiento muscular son fundamentales. Actividades como el pilates o el trabajo guiado con fisioterapeutas pueden mejorar la estabilidad de las vértebras y reducir el riesgo de lesiones.
Durante la jornada laboral, sobre todo en empleos de oficina o conducción prolongada, realizar pausas activas cada hora con pequeños movimientos de cuello, hombros y espalda ayuda a mantener la movilidad y prevenir la rigidez.
Por otro lado, vigilar el exceso de peso a través de una dieta equilibrada es clave. Una alimentación rica en calcio, vitamina D, proteínas y antioxidantes fortalece huesos y músculos, mientras que se debe evitar el exceso de ultraprocesados, alcohol y tabaco.
Posturas Correctas y Técnicas de Relajación
Cuando estemos frente al ordenador o usando el teléfono, mantener una postura recta, con los pies apoyados en el suelo y la pantalla a la altura de los ojos, es fundamental para evitar encorvamientos perjudiciales.
Del mismo modo, al levantar peso, debemos hacerlo doblando las rodillas, manteniendo la espalda recta y acercando el objeto al cuerpo antes de levantarlo.
Al dormir, los expertos recomiendan hacerlo de lado, con una almohada entre las rodillas, y asegurarse de que el colchón sea firme y ayude a mantener la curvatura natural de la espalda.
Finalmente, para gestionar el estrés del día a día, que puede provocar contracturas, practicar técnicas de relajación, respiración o ‘mindfulness’ puede ser de gran ayuda.
Consulta Médica Temprana: Clave para un Tratamiento Adecuado
Si el dolor persiste durante varias semanas o limita la movilidad, los expertos insisten en que es esencial consultar a un médico para detectar complicaciones de forma precoz y aplicar los tratamientos adecuados. No debemos asumir el dolor de espalda como un destino inevitable.
Siguiendo estas recomendaciones y llevando una vida saludable, podemos disminuir de forma notable la aparición de molestias de espalda y su impacto en nuestra calidad de vida. Cuidar nuestra columna vertebral es una inversión en nuestro bienestar a largo plazo.