En un movimiento que podría tener profundas repercusiones geopolíticas, el Gobierno de Estados Unidos ha anunciado que está trabajando en un nuevo plan de apoyo a la economía argentina por valor de $20.000 millones, elevando el respaldo financiero total a cerca de $40.000 millones.
Según declaraciones del secretario del Tesoro, Scott Bessent, la nueva iniciativa involucra a fondos privados que invertirán en la deuda soberana argentina, complementando la línea de «swap» de divisas por $20.000 millones que ya se está ejecutando entre Washington y el Banco Central de Argentina.
Apoyo Condicionado a la Permanencia de los Conservadores
Este anuncio llega en medio de la visita oficial del presidente argentino, Javier Milei, a la capital estadounidense, donde fue recibido por el mandatario republicano Donald Trump. En una clara señal de respaldo político, Trump condicionó la continuidad de la ayuda económica a que los conservadores mantengan el poder en Argentina, advirtiendo que «si él (Milei) pierde, no seremos generosos con Argentina».
Inyección de Liquidez y Alivio de Deuda
Según Bessent, el nuevo plan de apoyo privado tiene como objetivo facilitar los próximos pagos de deuda de Argentina, inyectando liquidez en dólares y aliviando la presión sobre las reservas del país. Muchos bancos y fondos soberanos han expresado su interés en participar en esta iniciativa, que se considera «adyacente» a la línea de «swap» de divisas ya en marcha.
Implicaciones Geopolíticas
Este giro estratégico en la política estadounidense hacia Argentina podría tener importantes implicaciones geopolíticas. Al condicionar la ayuda económica a la permanencia de los conservadores en el poder, la administración Trump parece estar apostando por mantener su influencia en la región y evitar el retorno de la izquierda, que Washington ha visto como una amenaza a sus intereses.
Para el presidente Milei, este respaldo de Estados Unidos es «de vital importancia» y le asegura el apoyo de Washington al menos hasta 2027, siempre y cuando su partido se mantenga en el gobierno.
En resumen, el anuncio de este nuevo plan de apoyo financiero a Argentina, junto con el condicionamiento político impuesto por Trump, representa un movimiento estratégico de la Casa Blanca que podría tener profundas implicaciones en la geopolítica regional y en el futuro político de Argentina.
